Casilda. - Después de varias jornadas de protesta finalmente los trabajadores de la empresa Gherardi resolvieron levantar el paro de actividades que iniciaron a principio de esta semana para reclamar el pago de salarios atrasados. Los obreros acordaron con la patronal retornar sus actividades mañana tras recibir como parte de pago unos cincuenta pesos en efectivo y otros treinta en mercaderías.
La solución del conflicto posibilitará que la metalúrgica cumpla con sus compromisos de venta asumidos en el exterior, lo cual no significa una solución de fondo a los problemas que padece. La fábrica necesita de un apoyo financiero para no seguir produciendo con sobresaltos como hasta ahora. Desde hace tiempo la empresa, con el apoyo de su personal y la Municipalidad, viene gestionando un crédito bancario que aún no consigue. Los trabajadores aseguran que seguirán "peleando" por este tema y esperan ser recibidos por el gobernador Carlos Reutemann para plantearle la situación.
A partir de la semana entrante Gherardi comenzará a fabricar la primera tanda de un paquete de sembradores agrícolas que vendió a México. Los operarios se comprometieron a producir las máquinas a cambio de una remuneración semanal. Uno de los delegados gremiales de la empresa, Adolfo Sanabria, calificó como de "positivo" el acuerdo y reivindicó el plan de acción que desarrollaron los trabajadores. "El paro y la movilización permitieron que encontremos una salida a nuestros reclamos", dijo Sanabria para luego remarcar que "éste es el camino para hacer valer nuestros derechos".
Asimismo aseguró que "los trabajadores seguiremos defendiendo nuestro empleo y presionando para que la empresa acceda a un financiamiento que solucione sus problemas de fondo". La intervención del intendente Eduardo Rosconi y de los concejales fue clave para destrabar la huelga, ya que se reunieron en varias oportunidades con propietarios de la fábrica y delegados gremiales en procura de encontrar soluciones.
Se espera que la empresa negocie algunos títulos y valores para cumplir con el pago de la primera semana de trabajo, mientras que aún está en pie la posibilidad de que la provincia envíe a fines de este mes una ayuda económica para los trabajadores.
Piden comida y cierran bancos
Los Molinos el viernes pasado se convirtió en escenario de una nueva protesta popular en la región. Unos 200 manifestantes impidieron que abriera el banco Bisel y entregaron un petitorio para reclamar cambios en el sistema. Se pidió celeridad en las acreditaciones de valores al cobro para evitar la devolución de cheques por falta de fondos. Los molinenses se habían movilizado hace unos días en contra del sistema financiero como hizo también Casilda y Arequito.
El presidente del Centro Económico de Los Molinos, Walter Bozicovik, reveló a La Capital que "a instancias de esta protesta estamos consiguiendo algunas repuestas", y calificó como de "compleja" la situación del campo, el comercio y la industria local. Luego de la marcha un grupo de desocupados se concentró frente a la comuna para reclamar trabajo y alimentos. Durante la protesta se incendiaron neumáticos y la comuna cerró sus puertas por seguridad.
La Ciudad
