Año CXXXV
 Nº 49.353
Rosario,
martes  08 de
enero de 2002
Min 17º
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El cómico estrenó con éxito "Candombe nacional"
Pinti y el humor que golpea duro
Volvió a escena desatando todo su talento y su furia contra los políticos y economistas

Leonor Soria

El escenario porteño del Teatro Maipo se convirtió desde el viernes pasado, gracias al talento innegable de Enrique Pinti, en el centro de la crítica más aguda posible a la impostura de políticos, economistas y "poderosos" que llevaron a la Argentina a la encrucijada en que hoy se encuentra.
"Candombe nacional" es un espectáculo que merece ser analizado en un doble plano. Por un lado, artísticamente marca un alto nivel de exigencia en el trabajo actoral y un despojamiento en la puesta en escena que resalta los valores medulares del espectáculo.
En un segundo plano de análisis, está de más decir que Pinti se ha convertido en uno de los más incisivos estudiosos de la realidad nacional, teniendo en el sentido común el arma más eficaz y en el lenguaje cotidiano un modo de expresión al alcance del hombre común.
Pero a pesar de todo, en sus manos la risa sigue siendo un arma invencible. En un momento del espectáculo sostiene que "han podido con nuestro bolsillo, que no puedan con nuestra posibilidad de burla y de risa. No se merece otra cosa una clase gobernante que no ha hecho más que burlarse de todo lo más sagrado para cualquier persona honorable: el derecho a un trabajo digno, a una educación básica y a la salud garantizada".
Escrito en el mes de septiembre, el libreto creado por el cómico resulta premonitorio, aunque ya entonces existían indicios suficientes para intuir lo que podía ocurrir.
Ya el nombre de la obra indica una toma de posición, puesto que fue elegido porque el candombe ha sido una danza de esclavos y, según Pinti, "seguimos en esa condición frente a los intereses monopólicos, el FMI y los centros económicos".
En la verborragia de Pinti, no queda títere con cabeza: "Promesas no cumplidas de políticos impresentables -tal como lo declara en el monólogo inicial-, ministros que parecen salidos de una película de terror bizarro clase Z, situación económica que va del desastre a la calamidad pasando por la incertidumbre y el pánico, la sensación de que no hay salida y al mismo tiempo la sospecha de que las soluciones no son imposibles".
A diferencia de los espectáculos anteriores realizados por Pinti, "Candombe nacional" centraliza todo el peso de la obra en el trabajo del actor, acompañado solamente por seis jóvenes bailarines.
Los integrantes del ballet, que permanecen constantemente en escena, asumen el rol de interlocutores directos del protagonista actuando a manera de coro, al tiempo que interpretan también los personajes secundarios según las exigencias del texto.
Enrique Pinti consigue en este show uno de sus trabajos más logrados. En una verdadera maratón, va alternando monólogos con números musicales, sosteniendo el ritmo sin fisuras y logrando mantener la atención del público a lo largo de una hora y media de espectáculo sin entreactos.
La puesta en escena de Ricky Pashkus, despojada de toda parafernalia, permite potenciar el contenido sobre la forma y resaltar las actuaciones sin dar lugar a distracciones basadas en recursos técnicos.
Por su parte, Lino Patalano desde la escenografía y la iluminación, así como Renata Schussheim en el vestuario, crean un marco de líneas claramente definidas y colores primarios que tiende a resaltar el valor de la actuación del elenco.
La música creada por Alberto Favero, resulta tan funcional como los otros recursos técnicos al servicio de los valores medulares de la pieza.
"Candombe nacional" es, en resumen, una de las propuestas más claras y mejor logradas de las realizadas por el cómico, en su larga trayectoria artística y docente al servicio de la comprensión de la realidad argentina.
En esta oportunidad, Pinti ya no pretende abarcar toda la historia de nuestro país sino que apunta su poder de fuego al período que va desde 1983, con el advenimiento de la democracia hasta el presente. Según sus palabras: "desde que asumimos la responsabilidad de nuestra historia".
A la manera de advertencia, Pinti anuncia en el programa de mano: "Señoras y señores, ajústense los cinturones, vamos a recorrer nuestra historia al ritmo candombero de estos esclavos de las frustraciones, que no se dan por vencidos ni aún vencidos y ejercitan la sana costumbre de la crítica y el humor".



Enrique Pinti estrenó su show en el teatro Maipo.
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