Año CXXXV
 Nº 49.343
Rosario,
viernes  28 de
diciembre de 2001
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La casa del intendente de Bermúdez sigue sitiada por municipales

Capitán Bermúdez. - Los municipales continuaron ayer con el sitio a la casa del intendente Gerardo Carlucci, en un nuevo capítulo de este manido culebrón que lleva casi dos años. Ayer, al cierre de esta edición, medio centenar de personas mantenía la protesta en calle Venezuela al 300, ante la tranquila mirada de unos 15 policías, quienes habían dispuesto un vallado anteayer. También se esperaba un cacerolazo al que acudirían vecinos de diversos barrios.
Los municipales, quienes reclaman una abultada deuda salarial -se deben meses de este año y del 2000-, pasaron la noche del miércoles frente a la casa del intendente, donde prepararon la cena y el almuerzo de ayer en una olla popular. Según confió el titular del gremio municipal, Jesús Monzón, se comunicaron por teléfono con el ministro de Gobierno, Lorenzo Domínguez, quien les dijo que estaba haciendo lo imposible por adelantar la coparticipación y pagar parte de la deuda. Además tenían previsto reunirse con los concejales de la ciudad.
"La gente no da más. No tienen un mango. Basta pensar que cuando cobran más o menos al día igualmente les cuesta llegar a fin de mes", dijo el gremialista, respecto del ánimo del personal que está sitiando la casa del intendente.
Por su parte, desde el gobierno municipal insisten en que el problema es político. "A esta altura, los problemas financieros de Bermúdez son iguales a los de otras comunas. Pero esta gente sigue en la suya, apretando como siempre, como si en octubre la gente no hubiera demostrado en las urnas con quién está", dijo una fuente en alusión a la victoria del oficialismo sobre el sector del justicialismo al que supuestamente responden los municipales.

Falsa alarma en Maciel
Por su parte, los empleados de la comuna de Maciel continúan con la medida de fuerza que llevan adelante desde el pasado 10 de este mes. Por la mañana, se reunieron con el jefe comunal Ramón Lamboglia, quien había viajado anteayer a Santa Fe en busca de fondos que permitieran pagar parte de la deuda salarial. Las buenas noticias se esfumaron enseguida. "Nos dijo que habían girado un adelanto de coparticipación de 3.500 pesos, para repartirse entre los 40 empleados. Así íbamos a poder cobrar al menos 100 pesos cada uno. Poco pero un aliciente", señaló el gremialista Daniel Fared.
Sin embargo, el aliciente no pudo concretarse: "Como la comuna tiene un descubierto en el Banco de Santa Fe, la plata llegó pero el banco se la quedó", dijo el sindicalista. No obstante, afirmó que, aunque siguen de paro, hoy harían la recolección de residuos.


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