Año CXXXV
 Nº 49.339
Rosario,
domingo  23 de
diciembre de 2001
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Siguen la pista de una mafia policial tras un atentado

La Paz.- La investigación de un doble atentado con explosivos contra una sede policial en Bolivia se orientó el sábado hacia una mafia de jefes y oficiales de esa institución, parcialmente desbaratada con la captura de una banda de asaltantes.
Dos coches bomba estallaron el viernes frente a la sede del comando departamental de la policía en Santa Cruz, y provocaron la muerte de una transeúnte y heridas a 17 personas, la mayoría policías.
El atentado ocasionó considerables daños en el edificio policial y otros colindantes, además de destrozar cuatro vehículos estacionados en las inmediaciones.
El presidente Jorge Quiroga describió las explosiones como un "cobarde acto criminal de corte terrorista" y se comprometió a dar con los responsables. El mandatario mencionó que "el enemigo terrorista" apareció a escasos días de una exitosa investigación policial que puso al descubierto a una banda delictiva que perpetró el último de al menos seis atracos en que fueron asesinados seis policías.
La banda tenía por cabecillas al capturado coronel de policía Blas Valencia, quien comandaba servicios de patrullajes camineros en Santa Cruz, y al mayor retirado Freddy Cáceres, su lugarteniente también detenido.
Tras el doble atentado, la organización criminal se convirtió en el centro de la investigación oficial, debido a declaraciones en que ambos policías involucraron a otros oficiales, miembros de su institución y las fuerzas armadas.
El coronel Valencia, dado de baja con ignominia luego de ser detenido, reveló nexos de la banda con generales de policía y la esposa de un ex ministro.
Sostuvo que el general Walter Carrasco le cobraba 4.800 dólares mensuales para mantenerlo en su cargo en Santa Cruz y que otros generales y coroneles también delinquen. (Reuters)


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