Año CXXXV
 Nº 49.339
Rosario,
domingo  23 de
diciembre de 2001
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El derrumbe. La alternativa de la pesificación significa una estafa
Mercados: Sobra intervención y falta más libertad
La limitación del circulante y la bancarización obligatoria fueron un detonante del estallido social

Salvador Di Stefano

Los desencadenantes económicos que terminaron con la presidencia de Fernando de la Rua fueron seguramente muchos, pero la limitación en la cantidad de dinero en poder del publico y la bancarización obligatoria operaron como un detonante de la crisis social que sobrevino. El gobierno que se fue hizo todo lo que no debía hacer, intervino el Banco Central quitándole la independencia que tenía, limitó el retiro de los depósitos de los bancos, le puso precio máximo a la tasa de interés y le quiso cambiar la forma de hacer negocios y trabajar a la gran mayoría de los argentinos.
La falta de libertad monetaria y una intervención económica desmedida derivó en los acontecimientos de la semana última. Ahora la expectativa de un nuevo gobierno pone en vilo al mercado. Se habla de la pesificación de la economía, y si bien a prima facie nadie conoce el plan a instrumentar, tratamos de describir algunos aspectos salientes de trascendidos sobre lo que podría aplicarse.

Pesificación y flotación
La pesificación implica pasar a pesos todos los activos y pasivos financieros, de esta forma todas las deudas bancarias pasarían a pesos al igual que los ahorros en las entidades financieras, para luego liberar el tipo de cambio y buscar un precio de equilibrio para el dólar. Así, los ahorristas sufrirían un quebranto que sería el equivalente a la diferencia entre el valor del dólar actual versus el posterior a la flotación.
Para los que tomaron préstamos, las deudas se licuarían y pagarían en la moneda local, recibiendo un subsidio directo que sería financiado por los ahorristas.
Para el banco el efecto es neutro, no obstante deberá soportar los quebrantos de las deudas contraídas en dólares con el exterior, que no podrá omitir abonarla en dólares, ya que de lo contrario perderá credibilidad internacional siendo este un costo absorbido por la entidad. Por otra parte, este plan prevé realizar una moratoria de la deuda por el plazo de un año hasta tanto se creen las condiciones necesarias para hacer frente a los pagos externos.
Se trabajaría para llegar lo más pronto posible al equilibrio fiscal con una agresiva política tributaria que apuntaría a crear impuestos que graven las altas rentas de personas físicas y jurídicas. Esta pesificación de la economía se realiza para no perder reservas, por ende se proseguirá con la férrea política de control de cambios. Estará prohibido emitir pesos, aunque no se descarta la emisión de bonos nacionales o provinciales en forma de billete.
En materia de precios se espera que se mantengan en los niveles actuales dada la alta recesión reinante. No obstante, ante una disparada del dólar estos podrían comenzar a incrementarse paulatinamente, ante lo cual se aplicara una política de "conversación de precios".

Críticas
Es una estafa extraordinaria. Se demuestra una vez más que se busca un cierre total de la economía, nadie ahorrará un peso en este país y el mercado paralelo llevará este plan al fracaso.
El plan tiene violaciones sistemáticas a los derechos de propiedad, llevaría al país a un atraso espectacular, no obstante para aquellos que tienen dólares dentro o fuera del país (aclaro: dentro del país en cajas de seguridad), se verán beneficiados ya que habrá un cambio muy fuerte en los precios relativos porque con pocos dólares podrán adquirir importantes activos.
La implementación de una política de "conversación de precios" es ni más ni menos, la aplicación de precios máximos a la economía, algo que falló ayer, hoy y siempre. El plan es un "volver al pasado", en un abrir y cerrar de ojos estaremos en la década del 80 tal como lo venimos anticipando desde esta columna, volveremos a convivir con el dólar comercial, financiero, turista, paralelo, etcétera, etcétera.
El riesgo país volvió a trepar producto de que la economía muestra una performance negativa y las filtraciones sobre las posibles medidas a aplicar resultan más negativas aún.
En este escenario, los inversores se han volcado masivamente a la compra de acciones, especialmente las vinculadas al sector exportador que tienen un mercado asegurado en el exterior para la venta y además cobra en moneda dura (dólar estadounidense). El escenario futuro es de alta incertidumbre, máxime cuando no sabemos aún que planes se aplicarán, y de aplicarse si podrán llevarse adelante con el apoyo político necesario, ya que no es lo mismo que en la Asamblea Legislativa se elija un presidente por 90 días, que uno por dos años.
Luce más apropiado un presidente que complete el mandato de Fernando de la Rua con amplio apoyo legislativo, de lo contrario los próximos 90 días serán eternos.



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