Año CXXXV
 Nº 49.339
Rosario,
domingo  23 de
diciembre de 2001
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El cazador oculto: Curioso sentido de la oportunidad

Ricardo Luque

La pesada marcha del carro de la historia es inexorable. Al que se descuida lo pasa por arriba. El vuelo del helicóptero presidencial sobre la Plaza de Mayo en llamas lo mostró a las claras. Tanto como los saqueos y el cacerolazo que, en una larga y sangrienta jornada, pusieron en blanco sobre negro la desgracia argentina. Cuando se juega el futuro a suerte y verdad en un sola apuesta se corre el riesgo de perderlo todo. Y eso fue lo que pasó el jueves pasado. No sólo en la Casa Rosada sino también en Canal 13 que, a pesar de la tragedia que vivía el país, decidió poner en el aire el especial de "Caiga quien caiga". No alcanzó que Mario Pergolini se apurara a grabar una presentación explicando por qué se había resuelto emitir el programa. Tampoco, que tanto él como sus socios, Eduardo de la Puente y Juan Di Natale, aparecieran, espumadera en mano, dándole duro a la cacerola, en un intento desesperado por fijar posición en medio de la crisis. El envío, que se vendió como un resumen del año, fue fiel al estilo impuesto por "CQC" desde la pantalla de América durante los años de gloria del menemismo. Abordó, con su acostumbrada ironía, algunos de los episodios sobresalientes que se sucedieron durante la segunda mitad del 2001. Por la pantalla desfilaron los protagonistas de la escena política acosados por las preguntas "inconvenientes" de los noteros estrella del programa. Pero el repaso a vuelo de pájaro y la cobertura de sucesos que aparecían intrascendentes a la luz de los acontecimientos que habían estremecido al país esa misma tarde resultaron letales para el envío. Y no es para menos. A esas horas todo lo que había sucedido antes de la rebelión en la Plaza de Mayo y la renuncia presidencial era viejo. Pero nadie pensó en eso cuando se decidió que, pese a todo, el programa debía emitirse. Una vez más el imperio del rating, que no es otro que el del dinero, inclinó la balanza. El desenlace de una semana de idas y vueltas respecto de cuándo debía ir el envío fue el menos esperado. Y ni los 23 puntos de rating que cosechó el ciclo evitaron el regusto amargo de no haber hecho lo correcto.


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