Año CXXXV
 Nº 49.335
Rosario,
miércoles  19 de
diciembre de 2001
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Estudio sobre que afecta la toma de decisiones

Las decisiones aparentemente racionales que se toman a diario sobre uno mismo, como abrocharse el cinturón de seguridad, están dirigidas realmente por las emociones, según puntualizó un estudio a cargo de investigadores de los Estados Unidos.
El estudio, basado en imágenes radiográficas del cerebro de personas en el momento de tomar decisiones, concluyó que había evidencia de que ciertos tipos de pensamiento, considerados como "racionales" y "emocionales", se superponen, en contraste con los viejos conceptos de que la mente está marcadamente dividida, explicó el investigador.
"Si se eliminan los factores emocionales, es imposible tomar decisiones en la vida cotidiana", explicó el radiólogo Dean Shibata, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Rochester, en Nueva York.
En el informe presentado en la reunión anual de la Sociedad de Radiología de América del Norte, Shibata dijo que los estudios radiográficos del cerebro de las personas, en el momento de tomar decisiones que afectaban su propia vida, demostraron un aumento en la actividad mental en el lóbulo prefrontal, la región donde se generan las emociones.
Además, el análisis de las imágenes de resonancia magnética, tomadas del cerebro de 11 individuos, corroboraron la evidencia previa hallada en personas con daño cerebral que señalaba que la región del cerebro asociada con las emociones desempeñaba un papel importante en la toma de decisiones.
En el estudio, Shibata tomó imágenes del cerebro de individuos mientras se les pedía que tomaran decisiones que los afectarían personalmente. Cuando se les pidió que decidieran sólo basados en el costo, hubo menos actividad en el lóbulo prefrontal donde se procesan las emociones.
"Las personas que han sufrido accidentes cerebrovasculares o tumores cerebrales y tuvieron lesiones en el lóbulo prefrontal del cerebro, donde se procesan las emociones, presentan dificultades para tomar decisiones personales incluso rutinarias, como programar una cita al médico", comentó Shibata.
Cuando se trata de tomar decisiones aparentemente racionales, como qué producto comprarse, o si usar o no el cinturón de seguridad, las personas con daños en el lóbulo prefrontal se sienten frustradas, dijo el investigador. Aunque tomar las decisiones por otra persona no representa problema para ellos, añadió.
"Al tomar una decisión tal como, ¿debo ponerme el cinturón de seguridad?' uno intuitivamente se da cuenta de que sin este elemento se puede lastimar en un choque. Esa es una imagen emocional y si no quiere verse en ese problema, debe decidir usarlo", dijo Shibata.


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