Año CXXXV
 Nº 49.335
Rosario,
miércoles  19 de
diciembre de 2001
Min 20º
Máx 33º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Salud mental
El dilema de la internación
Los trastornos psíquicos o neurológicos son cada vez más frecuentes. Cómo tratar a los pacientes y apoyar a los familiares

María Laura Favarel

Cuido a mi cuñado, que es esquizofrénico. Las familias de los enfermos mentales necesitan saber que no tienen ninguna culpa de la enfermedad. La vergüenza y el miedo levantan un muro de silencio. Ha llegado el momento de hablar claro, instruir a la gente para que reconozca los síntomas, admita que las enfermedades mentales pueden afectar a cualquiera, y comprenda que puedan obtener ayuda", este es el testimonio de Kathy Esquivel, esposa del ex primer ministro de Belice, citado en el informe anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que este año lo dedicó a la salud mental.
Según este informe se estima que actualmente rondan los 400 millones las personas que padecen trastornos psicológicos o neurológicos. Muchas veces sufren solas por la falta de asistencia y la exclusión social a la que se ven sometidas. Estas circunstancias se producen por la falta de conocimiento de la enfermedad y del cuidado de los que sufren. Con el lema "Sí a la atención, no a la exclusión" la OMS se propuso brindar información sobre qué son las enfermedades mentales y cómo puede mejorar cada caso.

Desconexión con la realidad
El doctor Ernesto M. Rathge, médico psiquiatra y director de Red Psicoterapéutica, aclaró sobre el tema que no es conveniente hablar de "enfermos mentales", porque se trata de personas que, como producto de su historia, biología y contexto social, presentan grandes dificultades para enfrentar problemas que la vida les plantea.
Esas dificultades aparecen como fracasos reiterados que van construyendo un modo grave de estar en la vida. En algunos casos es tan grave que da lugar a lo que la gente conoce como "locura", porque se sufre una desconexión con la realidad y empiezan a pensar y sentir "delirios".
Los trastornos psíquicos y cerebrales son de gravedad variable. Se dan los transitorios como una depresión causada por el estrés; los periódicos, como la enfermedad bipolar caracterizada por períodos de euforia y depresión; y los prolongados y progresivos, como la enfermedad de Alzheimer. Aún así, los expertos aseguran que en todos los casos es posible hacer algo.

Siempre se puede mejorar
Según explica el informe de la OMS algunas personas se recuperan totalmente, a otras les resulta más difícil, pero en todos los casos se puede aliviar el sufrimiento, merced al uso de distintos métodos. Pero no basta con atender a la persona que sufre, la familia, que es el sostén más importante, también necesita apoyo.
"En los casos muy serios pueden presentarse dificultades para encontrar modos más adecuados de responder, pero siempre hay que hablar desde una perspectiva esperanzada", dijo Rathge. Son modos dinámicos de estar en la vida, que de ninguna manera debe pensarse como irreversible, ya que el hecho de pensarlo es una manera de definirlo. "Siempre hay algo que se puede hacer para estar mejor", enfatizó.

¿Aislamiento forzado?
Al pensar en las alternativas de cuidado para los pacientes con enfermedades mentales a veces se considera la reclusión o el aislamiento como únicas opciones. "Sin embargo los hechos demuestran que una persona enferma puede mejorar y aportar una contribución a la sociedad. Existen numerosos tratamientos posibles y entornos favorables para aplicarlos", comentó el psiquiatra, quien remarcó la idea de que ni el hospital, ni el psiquiátrico, ni el aislamiento son respuestas apropiadas.
La OMS recomienda trasladar a la comunidad la atención dispensada por las instituciones cerradas. Para ello sugiere comenzar por los niños, fomentando lazos afectivos saludables, a la vez que habrá que estar atentos para buscar ayuda al percibir algún problema o síntoma. Asimismo recomienda apoyar al que sufre, integrándola a la vida familiar y a la comunidad. Para los familiares recomienda unirse a otros parientes para apoyarse mutuamente.
En cuanto a los terapeutas "estamos obligados a hacerles descubrir a la familia y al paciente cuáles son las mejores soluciones para los problemas que la vida les plantea", continuó Rathge, quien no desestimó la internación en casos en los que la persona no está en condiciones de cuidarse a sí misma. "Cuando está en riesgo la vida es conveniente la hospitalización. Esto es en situaciones realmente extremas, donde no hay otra alternativa. Por ejemplo, una persona que tenga fantasías suicidas muy profundas, y ponga en riesgo su vida, en ese caso estaría indicada, pero por un breve tiempo", agregó.
La tendencia es que el enfermo esté lo menos posible desconectado de su medio familiar. "Para ello se trabaja con un equipo interdisciplinario, que sumado a los nuevos psicofármacos, en un contexto de trabajo psico y socioterapéutico, facilitarán la recuperación del paciente", concluyó el médico especialista.



Es recomendable fomentar los lazos afectivos.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Repercusiones cercanas
Defensa y contención
Diario La Capital todos los derechos reservados