"Si seguimos así, en dos días bajamos la persiana". La frase sonó como un balde de agua fría cuando fue pronunciada por Susana López, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Santa Fe, segunda circunscripción. La red integrada por unas 12 mil farmacias que atienden en todo el país, podría entrar en una virtual cesación de servicios de no encontrar una solución al grave desfinanciamiento que sufre. Como si esto fuera poco, desde las cero de hoy se interrumpieron las prestaciones a los jubilados del Pami en todo el país, incluida Rosario.
La obra social mantiene una deuda con la industria farmacéutica que ya lleva cinco meses. El pasado martes las instituciones representativas del sector mantuvieron una reunión con el interventor del instituto, Raúl Pistorio, a quien se le comunicó la imposibilidad de continuar con las prestaciones si no se reducía la deuda. El funcionario prometió el pago del 50 por ciento de la prestación de julio con bonos Lecop, sin embargo no hubo novedades. Los meses adeudados van desde julio a noviembre. "La venta a los afiliados de Pami seguirá paralizada hasta que, al menos haya, un desahogo", esgrimió López.
Desabastecimiento
El Colegio de Farmacéuticos de Rosario incluye a 1.100 comercios de los departamentos Rosario, San Lorenzo, Iriondo, General López, Belgrano, Caseros y Constitución. Pero en la ciudad existen 660 farmacias. La falta de pago a la mayoría de estos locales, produciría un real desabastecimiento de medicamentos que afectaría la salud de la población.
En un comunicado emitido por la institución, se indicó ayer que "este año ha sido crítico para el sector al punto tal que el 75 por ciento de las farmacias tiene seriamente comprometido su patrimonio".
El problema radica básicamente en que "no hay efectivo para pagar los remedios. La circunstancias más extremas se produjeron durante la última semana luego de las recientes medidas económicas", dijo la directiva antes de recordar que también existen "atrasos de 120 días" por parte de las obras sociales. En resumen, se hace muy difícil poder abonar a las droguerías.
Ante esto, "si las cosas siguen así, en dos días bajamos las persianas", dijo López con dramatismo. Es que las ventas disminuyeron en un 50 por ciento. Los clientes compran "lo necesario y nada más. Eligen el fármacos más importantes de la receta", remarcó.
En el comunicado firmado por la mesa directiva del Colegio se indicó además que "afrontar el costo de las transacciones con tarjetas de débito y crédito es imposible para los farmacéuticos quienes deben pagar altos costos fijos por los servicios que consumen, sufrir el impuesto al cheque, a los alquileres, a los ingresos brutos y los descuentos abusivos que realizan las obras sociales, sin ningún tipo de financiamiento de parte de los bancos y droguerías".
Hoy, una gran cantidad de farmacias muestra sus estanterías vacías ya que no se pueden pagar los medicamentos. Como agravante, en algunas provincias se está pagando con bonos nacionales y provinciales que no se logran vehiculizar ya que las droguerías, sean o no propiedad de los laboratorios, no los reciben como pago.
La Ciudad
