Año CXXXV
 Nº 49.332
Rosario,
domingo  16 de
diciembre de 2001
Min 22º
Máx 32º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Primera B Nacional
Córdoba hizo todo, pero sólo empató con Instituto

Elbio Evangeliste

Los pibes de Instituto se abrazaron al término del partido, lo hicieron como si hubiesen ganado, y la hinchada, desde las tribunas, acompañó el festejo. Esa postal sintetiza a la perfección el sentimiento que vivieron unos y otros. La amargura de los jugadores charrúas no hacía más que reflejar la bronca por haber dejado pasar tamaña posibilidad de sumar de a tres. Se podrá decir que Central Córdoba no pudo con un equipo juvenil de Instituto -los titulares decidieron no jugar por falta de pago-, pero sería un error pasar por alto el trámite del encuentro.
El 2 a 2 fue excesivamente mentiroso. Los charrúas hicieron méritos suficientes como para regresar a Rosario con una victoria, pero la falta de definición pudo más que otras cosas.
De poco sirvió la brillante actuación de Raymonda, la sencillez de Medina y el Chivo Pavoni, y el criterio de los volantes para lograr el objetivo. Y tal vez sea demasiado injusto entrarles con dureza a los defensores, pero no hubo muchas más posibilidades de leer el partido. Si hasta el propio Ricardo Palma se cansó de remarcar, ya en los vestuarios, una y mil veces la bronca por esas dos pelotas aéreas que hicieron flaquear a la defensa charrúa. Que dicho sea de paso fueron las dos únicas jugadas que generó Instituto en ataque.
Más allá de un arranque motivador de los juveniles de la Gloria, Central Córdoba se encargó de poner rápidamente las cosas en orden. No estaba jugando un gran partido ni mucho menos, pero la definición de Raymonda a los 10', luego de una excelente combinación con el Tele Medina, empezaba a poner justicia.
El partido estaba más que controlado, pero la primera pelota que apareció volando por el área rosarina fue a parar a la red. Moreyra ganó en el salto y todo se vino abajo. Había que volver a empezar. Y no costó demasiado. Raymonda siguió desplegando talento y en una de las tantas jugadas que generó le sirvió la posibilidad a Medina par poner al charrúa nuevamente en ventaja. Otra vez la justicia.
Los primeros minutos del complemento pudieron y debieron ser decisivos. Un gol anulado al Tele Medina -el árbitro cobró a instancias del juez de línea- y otro que Raymonda perdió cara a cara con Moyano hubieran servido para bajarle el telón al partido. Pero llegó otro descuido. Minero capturó, con una libertad asombrosa, el centro de González y Córdoba volvía a sufrir, sólo que en esta oportunidad no pudo revertir la historia. Sería demasiado tedioso describir cada una de las jugadas que desperdició el equipo de Palma. Si con sólo decir que si el partido hubiese terminado 6 a 2 nadie podía discutir absolutamente nada.
¿Cosas del fútbol, como dicen? Puede ser, pero hay explicación: la falta de definición. Central Córdoba hizo el gasto, dominó casi todo el partido, generó las mejores situaciones, tuvo a la figura de la cancha: Maximiliano Raymonda. En síntesis, tuvo la mesa servida, pero por tanto hambre de gloria no pudo o no supo devorar el manjar de la victoria.



Cárdenas saca el zurdazo ante el cruce de un rival.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Quieren a Real y Cáceres
No hay elecciones y seguirá Pezza
Olimpo tropezó y Quilmes se acercó
Diario La Capital todos los derechos reservados