Año CXXXV
 Nº 49.331
Rosario,
sábado  15 de
diciembre de 2001
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El escándalo en el Concejo santafesino puso a Alvarez al borde de la renuncia

Santa Fe. - Al cierre de esta edición, altos dirigentes del PJ provincial intentaban persuadir al intendente capitalino Marcelo Alvarez para que no renuncie al cargo en lo que era el peor de los epílogos al escándalo que desde hace una semana envuelve al oficialismo en el Concejo Municipal. Ayer el cuerpo legislativo tuvo otro capítulo durante una densa y confusa sesión en el que las denuncias de coimas entre peronistas (que actualmente investiga la Justicia) formuladas por la concejala ex reutemista Ileana Bizzotto, quien había renunciado a su banca pero ayer se arrepintió, contribuyeron a estirar y enturbiar el trámite.
La sesión presidida por el radical Darío Boscarol, quien accedió a esa poltrona por la falta de acuerdo en el oficialismo, tenía como objetivo la elección de las restantes autoridades pero también la de clarificar la situación de los reutemistas rebeldes. Con sólo dos abstenciones Eduardo Errante fue consagrado vicepresidente primero y el también peronista no reutemista, Gerardo Crespi, como vice segundo.
Sin embargo, la expectativa y debate llegaron de la mano del ex presidente Alfredo Hediger y de la ex ministra de Salud, Ileana Bizzotto, ambos reutemistas ahora expulsados de esas huestes. En contra de la decisión orgánica de su partido que les exigió la renuncia a sus bancas (y remitió su caso al Tribunal de Disciplina por inconducta al haber facilitado que un radical acceda a la presidencia del cuerpo).
Hediger se presentó ayer y juró en el cargo para el que fuera reelecto por otros cuatro años el 14 de octubre pasado. Bizzotto quien sí presentó la renuncia terminó ayer retirándola en el recinto empujada por opositores y peronistas no reutemistas que la hicieron desistir de esa decisión para sorpresa y furia de los reutemistas que culparon en los pasillos al radicalismo "de prestarse a las picardías" de los otros peronistas.
La permanencia de Hediger y Bizzotto llevó al intendente Alvarez a decidir presentar su renuncia conforme un trascendido que comenzó a correr cuando aún no había terminado la sesión del Concejo. Los colaboradores de Alvarez dijeron que no estaban en condiciones de desmentir el rumor. Aunque éste no fue confirmado y tampoco se cumplió hasta anoche, se supo que algunos funcionarios provinciales se habían llegado hasta el domicilio particular del intendente en un intento de hacerlo desistir de la extrema medida.
En caso de que Alvarez finalmente renuncie, por primera vez desde 1983 el radicalismo accedería a la conducción de la Municipalidad capitalina con Boscarol, quien desde el viernes y sorpresivamente fue colocado en la línea sucesoria directa. Paradójicamente quien accedería por corrimiento a la presidencia del Concejo, sería Errante, cuya nominación despertó las ambiciones que dieron origen al escándalo.

La crisis peronista
La crisis peronista en Santa Fe se desató entre los reutemistas, grupo mayoritario del bloque peronista al por su peso numérico le asistió el derecho de nominar a uno de sus hombres para la presidencia del Concejo. Dicho postulante debía ser votado por los restantes sectores peronistas que tienen representación en el Concejo como así por las bancadas de la UCR y el PSP que han reconocido la preeminencia electoral del oficialismo y por ende su derecho a presidir el cuerpo.\El nombre propuesto para la presidencia fue el de Eduardo Errante pero el hasta entonces presidente del cuerpo, el también peronista Alfredo Hediger y otros dos de sus pares, Augusto Weber e Ileana Bizzotto, decidieron no respaldar al primero. Weber y Hediger, se dijo, por que reivindicaron deseos de acceder a la presidencia. En el caso de Bizzotto porque había anticipado que se abstendría de pronunciarse por alguno de sus pares si no mediaba un consenso absoluto.


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