Año CXXXV
 Nº 49.331
Rosario,
sábado  15 de
diciembre de 2001
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Panorama
Todos son problemas para el sector agropecuario
La previsibilidad es importante para el agro pero, evidentemente, no para el gobierno

Susana Merlo

No por previsibles, los inconvenientes generados por las últimas disposiciones económicas son menos graves para el campo. Sector en el que se multiplican los casos de corte en la cadena de pagos, probablemente, en mayor número que en otros rubros.
La "previsibilidad", naturalmente, es un bien preciado para la propia gente del sector agroindustrial pero no para los funcionarios que idearon las medidas, confeccionadas sin que el sector o su problemática estuviera en la cabeza de quienes decidieron el paquete.
De ahí que no extrañe el "parate" que se produjo en comercio exterior, ante la cantidad de dudas que surgieron en un primer momento, y que sólo se diluyeron parcialmente con el correr de los días. También estos vaivenes pesaron sobre las operaciones "cámara" de los granos, lo que llevó a que algunos días prácticamente no hubiera operaciones. Las que hubo fueron aisladas, por necesidad, y que no alcanzaban para fijar un precio de "referencia" real.
El mantenimiento o no de los planes de competitividad, que en las últimas horas parecieron confirmarse con algún eventual cambio parcial (la eliminación de los aportes patronales como parte del IVA que estaba en consideración), también aportaron su cuota adicional de desconcierto al ya complejo panorama general.
Así las cosas, en la última semana, entre banco y banco, la gente del campo hizo, deshizo y rehizo infinitos cálculos sobre los resultados de su empresa y las opciones a considerar, tan cambiantes como veleidosas son las decisiones oficiales sobre las medidas.
La situación, naturalmente, frenó cualquier programa de inversión productiva, ante la imposibilidad de prever los futuros ingresos, especialmente a la hora de la cosecha.
Y esto, sin considerar un eventual aumento del gasoil, como se rumoreó en algún momento, y que constituiría casi el golpe de gracia para los agropecuarios.

Objetivo liquidez
En algunos rubros, sin embargo, se notó cierto movimiento. Tal el caso del aumento de consultas especialmente por camionetas y por campos, sector este que venía registrando una "quietud" significativa. Pero ahora, estas opciones de inversión constituirían una de las posibilidades para evitar el "cerco" hecho a los depósitos. Es decir, una forma de salvaguardar recursos saltando las restricciones, sin quedar entrampado en el sistema que, por otra parte, no se sabe muy bien si desembocará en una devaluación, la dolarización, la desdolarización o una mezcla de todas.
Pero, si bien las consultas crecieron, no significa todavía que se hayan materializado operaciones, ya que la complejidad operativa ante las restricciones impuestos no son tan fáciles de salvar y recién comienzan a visualizarse ciertas "estrategias" para poder concretarlas, aunque todavía no está claro que los cambios hayan terminado.
Pero este panorama inquietante para los productores, no debiera serlo menos para el gobierno, aunque por el momento este parece estar circunscripto sólo a la coyuntura. Esto es grave porque son divisas genuinas que ingresan al país. Y, aunque el dato, al igual que en los años 88 y 89, está enmascarado por la fuerte recesión interna, que limita el consumo y las importaciones, con lo cual la balanza comercial sin duda va a dar un fuerte saldo favorable, este resultado no es bueno porque no es producto del crecimiento, sino todo lo contrario.
Y allí el campo y su agroindustria sin duda tiene mucho que ver porque, guste o no guste, sigue justificando cerca del 60% del total de las ventas externas.
Una a favor, en este contexto, podría venir por el lado de la "liquidez" de la producción agropecuaria, tanto agrícola como ganadera, que permitirá "evitar" el cerco dispuesto al dinero, vía retener (o incluso comprar) hacienda y guardar los granos, al menos hasta que el panorama aclare un poco. Claro está, siempre que no haya compromisos ineludibles que cubrir.


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