El escribano Fernando Luis Neumann Casuso que cobró y se quedó con el dinero del seguro de una clienta, fue procesado por los delitos de estafa y administración fraudulenta por el juez José Manuel García Porta quedando posteriormente detenido, mientras fue absuelta en cambio la abogada Regina Villar quien se vio involucrada en la causa al ocuparse de los trámites de ambos seguros.
El hecho había sido denunciado por Graciela Lilian Nieva, cuyo marido y su hija fallecieron en un accidente automovilístico ocurrido en un paraje cercano a Las Varillas, y en consecuencia le correspondía cobrar los dos seguros de vida, uno de ellos contratado con la compañía La Equitativa del Plata por 40.000 pesos y otro otorgado por la Caja de Seguro Mutual por la suma de 47.000 pesos.
Un amigo interesado
De acuerdo a lo relatado por la denunciante, Neumann Casuso se apersonó durante el velatorio de su esposo, José Alberto Acevedo y de su hija Tamara Yessica, presentándose como un amigo de su marido, ofreciéndose para gestionar el cobro de los dos seguros que le correspondían.
Lo cierto es que Neumann Casuso logró despertar tal confianza en la mujer que cuando se cobró el importe del primero de los seguros correspondiente a la aseguradora Equitativa del Plata, Graciela Nieva se quedó solamente con 5.000 pesos y el resto se lo entregó al escribano quien se comprometió a depositar esa suma en una caja de seguridad hasta tanto se cobrara el seguro de la Caja.
Precisamente este segundo beneficio fue pagado por la Caja de Seguro Mutual con tres cheques, los que fueron retirados por la abogada, Regina María Villar, a quien Graciela Nieva le había otorgado un poder para realizar los trámites de los seguros, declarando la profesional que los cheques fueron entregados a la viuda, a partir de lo cual concluyó su labor.
En este tramo la situación parece un tanto confusa ya que mientras la abogada dice haber entregado las letras de pago a Graciela Nieva, ésta afirmó todo lo contrario ya que de inmediato apareció el escribano que compartía la oficina con la letrada explicando que debió utilizarlo para resolver problemas económicos.
La maniobra
Para poner fin a la situación Neumann Casuso ofreció pagar colocando la escritura de un inmueble suyo a nombre de la viuda pero resultó que se encontraba hipotecado por la suma de 350.000 pesos, y posteriormente se comprobó que el mismo había sido transferido a nombre de otras personas.
En sus considerandos, el juez García Porta sostiene que el escribano "no solo pretendió garantizar la deuda con un inmueble hipotecado sino además procedió a la venta ficticia del mismo para burlar los derechos de los damnificados".
Al mismo tiempo el magistrado desestimó la responsabilidad de la abogada, señalando que sólo fue "un medio formal para poder consumar los hechos, siendo Neumann Casuso el artífice de esta maniobra por ser la persona a la cual la damnificada le entregó su caso".
La Ciudad
