Año CXXXV
 Nº 49.328
Rosario,
miércoles  12 de
diciembre de 2001
Min 20º
Máx 32º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Roban en el salón de ventas de una estación de servicios
Un ladrón amenazó al cajero sin llamar la atención de clientes y empleados. Huyó con 300 pesos

Sin que los parroquianos que ocupaban algunas de las mesas del bar se percataran de que algo raro sucedía, un delincuente tomó por sorpresa al cajero del bar y salón de ventas de una estación de servicios de bulevar Oroño y 3 de Febrero, le exhibió un arma de fuego y en pocos segundos se apoderó de unos 300 pesos. Después, sin llamar la atención de nadie y mostrándole el revólver al empleado, el ladrón se fue y atravesó caminando la playa de la estación en dirección a Alvear.
Sucedió el lunes a las 20.30, en el estación YPF ubicada en la ochava sudoeste de Oroño y 3 de Febrero, donde funcionan también las oficinas del Automóvil Club Argentino. El asalto, que duró contados segundos, se produjo en el sector del minimercado, ubicado prácticamente frente a los surtidores expendedores de combustibles.
A esa hora, como en casi todo el día, varias mesas del bar estaban ocupadas por parroquianos. Además el movimiento de clientes es permanente, ya sea para la carga de combustible como para el minimercado. Según fuentes policiales, todo sucedió cuando un joven entró al salón y primero se hizo pasar por comprador.
Al principio, el delincuente no llamó la atención de nadie. Al momento en que entró un par de personas hacían cola para pagar en la caja. Entonces fue hasta una de las heladeras y sacó un jugo. Después caminó hasta la caja, pero como todavía quedaba una persona más para pagar su compra, manifestó que se había olvidado de algo y retornó hacia las conservadoras.
Allí esperó unos segundos hasta que salió el último de los clientes. Entonces se paró frente al empleado y en forma muy disimulada se levantó la remera y dejó asomar un arma de fuego. "Dame la plata o te mato", dijo sin levantar la voz. El joven cajero, asustado, lo único que pudo hacer fue abrir la caja. La maniobra del asaltante fue tan silenciosa que ni siquiera una de las empleadas que estaba cerca de la caja llegó a advertir algo anormal.
Finalmente el ladrón tomó los 300 pesos de la recaudación del negocio y salió del negocio sin efectuar movimientos extraños. De acuerdo a voceros policiales, retrocedió sin dejar de mirar al empleado. Después caminó por la playa de la estación, pasando prácticamente frente a toda la vidriera del bar y desapareció por calle 3 de Febrero.


Diario La Capital todos los derechos reservados