Año CXXXV
 Nº 49.328
Rosario,
miércoles  12 de
diciembre de 2001
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Está detenido y el viernes ya fue indagado por un juez
Acusan a un hombre de 60 años de prostituir a jovencitas de 13
Usaba un departamento de Urquiza al 1500 y las llevaba a un lugar que una víctima identificó como Las Piedritas

Prostitución y rufianismo. Así, con el título del libro sobre el viejo barrio de Pichincha, podría sintetizarse la historia sobre una red de prostitución que salió a la luz en agosto de este año, cuando una mujer denunció que a su nieta de 13 años y a otras chicas, todas adolescentes, las explotaban para vender su cuerpo. El hombre acusado de hacerlo está detenido y el viernes pasado fue indagado por el juez de Instrucción Osvaldo Barbero, quien le imputa el delito de facilitamiento de la prostitución. El magistrado y la policía buscan ahora a otras probables víctimas de esta explotación y a una joven que las habría captado para hacer el trabajo, y de la que sólo tienen el nombre de pila.
El imputado es Carlos Barker, de 60 años, de quien se dice que alguna vez estuvo alineado políticamente con el ex militar carapintada Aldo Rico. Su nombre quedó bajo la lupa policial y judicial cuando una mujer denunció, el 29 de agosto de este año, que Carlos -así lo llamaba- obligaba a su nieta y otras jovencitas a ejercer la prostitución. Luego de la denuncia declaró la chica, quien no sólo describió con gran precisión al sospechoso sino que dio detalles sobre algunos de los lugares donde mantenía relaciones sexuales con hombres que le pagaban a Barker.

Un "volteadero"
En su extensa declaración, la chica contó que cada tanto se iba de su casa, donde vivía con la abuela, y que varias veces había dormido, junto con otras mujeres, casi todas jovencitas como ella, en los galpones ubicados en el parque de la Bandera. Allí aparentemente conoció a otra menor, con algunos años más que ella, que las contactó con Barker. Luego éste la llevó a un departamento que alquilaba en Urquiza al 1500 y allí vivió por lo menos durante una semana.
Según su testimonio, otras chicas hicieron lo mismo. Luego el hombre las habría trasladado a un lugar que la chica sólo identificó como "un volteadero" en un sitio que identificó como Las Piedritas. Los investigadores todavía no saben si se trata de un pueblo, un parador en una ruta o qué clase de lugar. Aparentemente la joven no sabe dónde queda ese sitio, pero es allí donde habrían mantenido relaciones con hombres que contactaba el sospechoso.
De acuerdo a fuentes judiciales consultadas por este diario, Barbero y los detectives de la sección Seguridad Personal de la policía estarían tratando de identificar ahora ese lugar para ver si pueden encontrar nuevos indicios contra Barker. De todos modos, en la causa ya habría elementos para suponer que la jovencita no miente (hasta estaría identificado el vehículo en el que se movía) y que el hombre efectivamente la explotaba, igual que a las otras adolescentes.
En realidad, la investigación se enmarca en otra causa por facilitamiento de la prostitución en la que ya hay un procesado de nombre Gabriel que está a punto de ser enjuiciado por ese delito. Pero la situación de Barker, al menos por ahora, es distinta: está imputado pero todavía no fue procesado porque la investigación está desarrollándose a full en este momento.
Los investigadores tratan ahora de ubicar a otras probables víctimas. Es más: la chica que ya declaró dijo recordar el lugar donde vive al menos una de ellas y las fuentes consultadas no descartan la posibilidad de dejarse guiar hasta ese sitio para ver si la ubican y consiguen su declaración.



La zona donde circulaba la menor de edad prostituida.
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