El ministro de Economía, Domingo Cavallo, ratificó la vigencia del factor de convergencia, que crea un dólar especial para el sector exportador y dispuso una serie de medidas de flexibilización operativa en el nuevo régimen de control de cambios para evitar mayores inconvenientes a las empresas que venden al exterior.
Es que por la reimplantación del control de cambios para el comercio exterior, los exportadores salieron del mercado granario debido a la incertidumbre. Desde el jueves pasado, los exportadores se veían en la obligación de liquidar en el país las divisas obtenidas por sus ventas si querían acceder a los beneficios del factor de empalme y los reintegros impositivos. La operatoria afectaba, debido a que el Estado pasaba a administrar los dólares del sector, la cancelación de las prefinanciaciones que las firmas reciben en el exterior. Además, campeaba el temor de que las divisas se transformaran en pesos o, peor, en bonos. A esta incertidumbre se agregó desde el domingo la versión de que el gobierno podría eliminar el factor de convergencia.
Ayer, al hablar frente a un importante grupo de empresarios integrantes de la Fundación Export Ar, Cavallo aseguró que preservará al sector exportador de las medidas anunciadas para reducir el déficit fiscal. En cuanto a la flexibilización del control de movimiento de capitales, las nuevas medidas anunciadas por Cavallo son las siguientes:
* Reinterpretación del articulo 1º del decreto 2581/64 (control de cambios), de manera que la liquidación de la divisa no implique su conversión a pesos, sino solo el ingreso a una cuenta de una entidad radicada en el país.
* La Afip podrá hacer reintegros de IVA exportador aún cuando no haya ingresado la divisa.
* No será necesario ingresar la divisa cuando medien préstamos estructurados, proyectos de inversión, capital de trabajo u otro tipo de financiamiento. El trámite será automático.
* Para gastos ligados a la operatoria exportadora como fletes, o de personal en el exterior, se va a autorizar automáticamente el pago desde la Argentina.*
Con las aclaraciones respecto de la operatoria en materia de liquidación de divisas, se estima que los exportadores, que también deben cumplir con embarques acordados, retornarán al mercado de granos. "El control de capitales genera costo y complicaciones pero el temor mayor era el de que se trasnformarán los dólares en pesos y en las dificultades para poder cancelar los créditos de prefinanciación", señaló ayer el gerente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara).
Lo que no amaina es la incertidumbre general y, según fuentes de la plaza local, el miedo seguirá siendo un factor condicionante de las operaciones.
Es que los productores están por estas horas abocados a la cosecha de trigo, que de por sí viene complicada por los efectos del exceso de lluvias en la calidad de los lotes que están saliendo y en los rendimientos.
Las opciones para los agricultores son todas para llorar. Los que pueden intentan retener, aún a riesgo de perder precios más o menos aceptables, el cereal o la soja (en los casos en que todavía tengan remanentes de a última campaña) para sortear la inmovilización bancaria o, directamente, los efectos de una devaluación.
"La expresión de la plata en el colchón para el resto de la gente, en los productores se puede traducir como grano en el silo", señaló un asesor de establecimientos agropecuarios de la zona sur de Santa Fe. Y agregó: "Por otro lado, a los agricultores les pagan en pesos y a varios días, con todo lo que eso significa en el actual escenario".
Pero los productores también se enfrentan a las urgencias de fin de año. "A esta altura empiezan a llegar los pedidos de los proveedores para que paguen sus cuentas, y sin crédito, lo único que queda es vender o entregar el cereal", señaló el asesor.
En este marco, "se vende lo necesario para saldar cuentas y para cumplir con las entregas pactadas en los meses anteriores, que en esta campaña son muchas". La incertidumbre llega también a las compañías vendedoras de insumos. La bancarización forzada está provocando en el sector una complicación adicional: la dolarización de los resúmenes de algunas tarjetas y el poco valor que se le otorga a los cheques.
"Algo parecido pasa en el mercado de hacienda, esta semana aumentó la venta a través de los mercados de concentración, porque ya hay frigoríficos que ofrecen a pagar en patacones o Lecop. Sobre todo se vende en operaciones cortas (a una semana), porque nadie se quiere arriesgar a más, pero eso se traduce en un menor precio", señaló un productor ganadero de la región, quien se quejó porque "los pagos se hacen con cheque pero no todos los proveedores los aceptan".
A esta altura, el fastidio de los hombres de campo se dirige directamente al ministro de Economía, Domingo Cavallo. "El default económico ya está y ahora viene el default anímico, hace falta aferrarse a un plan, cualquiera sea, a mediano plazo porque esto no va más, pero no puede ser que todos los días te cambien las medidas, este hombre (por Cavallo) ya hartó a todo el mundo", dijo el presidente de la Asociación de Productores de Carne Bovina Argentina (Aprocaboa), Angel Girardi.
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) instó a los productores a "realizar sus ventas sólo en dólares o demorar lo más posible las operaciones", y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) criticó la eliminación de los planes de competitividad.
La Ciudad
