Año CXXXV
 Nº 49.328
Rosario,
miércoles  12 de
diciembre de 2001
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El gobierno acelera los pasos para lograr el consenso político
Menem va a la concertación con la propuesta de "dolarizar ya"
El ex presidente advirtió que hay que adoptar esa medida monetaria antes de que sea demasiado tarde

El ex presidente Carlos Menem agitó ayer dos de sus principales pilares políticos del momento en procura de que la Argentina pueda salir de la crisis: un gran acuerdo patriótico y la dolarización.
En uno de los días más movidos de las últimas semanas, el titular del PJ se trasladó al mediodía a la sede del Ejército para almorzar con el jefe de esa fuerza, Ricardo Brinzoni, y más tarde se reunió durante una hora y media con un grupo de economistas peronistas.
En su comida con Brinzoni, Menem no se cansó de repetir la necesidad de que se alcance rápidamente un entendimiento "patriótico" que abarque a los sectores político, sindical, empresarial, militar y eclesiástico.
Poco después, se dirigió hacia la sede del PJ, donde mantuvo un encuentro con economistas entre los que se destacaron Roque Fernández, Pedro Pou, Roberto Dromi, Orlando Ferreres, Rogelio Frigerio (nieto), Claudio Sebastiani, Ana Mosso, Rodolfo Gabrielli y Jorge Rodríguez; además de los políticos Eduardo Menem, Eduardo Bauzá, Adrián Menem y Daniel Scioli.
En esa reunión quedó en claro que "la propuesta de dolarización es ampliamente apoyada por todos" los participantes por entender de que con esa medida se lograría tener "una moneda fuerte, estable y segura".
Menem repitió ante sus interlocutores en que no se deben "poner palos en la rueda" a Fernando de la Rúa. No obstante, se enfatizó el interés para que "se avance en la dolarización antes de que sea demasiado tarde", como por ejemplo la pérdida de reservas, según indicó Roque Fernández.
La postura del PJ fue rápidamente trasladada al gobierno a través del diputado Daniel Scioli, quien se la transmitió al secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo.
En ese encuentro, Menem reconoció la legitimidad de la protesta de mañana organizada por la CGT, pero alertó que "hay que tener mucho cuidado" porque al existir "un alto nivel de bronca en la gente puede derivar en disturbios difíciles de controlar".
Roque Fernández, que ofició de vocero de la reunión, declaró que "la crisis financiera" que se registra "es responsabilidad exclusiva de Domingo Cavallo", y sostuvo que "el problema del que más nos tenemos que preocupar es de la herencia que va a dejar este gobierno". La declaración de Fernández no representa un dato menor. En rigor, puede leerse que el menemismo se sentará a la mesa de concertación con una moneda de cambio: el alejamiento de Cavallo.
El apuro por lograr un consenso interno llevó anoche a De la Rúa y algunos de sus ministros a solicitar una reunión urgente con los referentes del Frente Federal, integrado por los mandatarios peronistas de las llamadas provincias chicas, a quienes el staff gubernamental le expuso con "crudeza" los problemas del país.

Las demandas de Puerto Iguazú
De la Rúa, Cavallo y el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, se sentaron con algunos gobernadores, que volvieron a exponer las demandas que le habían entregado a Colombo en Puerto Iguazú.
En la reunión estuvieron también los gobernadores de Santa Cruz, Néstor Kirchner; Tierra del Fuego, Carlos Manfredotti; Formosa, Gildo Insfrán; Tucumán, Julio Miranda; Jujuy, Eduardo Fellner; Salta, Juan Carlos Romero; Santiago del Estero, Carlos Juárez y Misiones, Carlos Rovira.
Según voceros justicialistas, el gobierno señaló que ahora la reducción de gastos debía alcanzar sólo 1.500 millones, por las ventajas del canje de deuda, y recibió entonces la propuesta de los mandatarios de eliminar los ministerios de Salud y Educación.
Las conversaciones de la Cancillería coronaron una jornada en la que permanentemente sobrevoló la posibilidad de que el Ejecutivo oficializara su llamado a partidos políticos, empresarios, la Iglesia y sindicatos, en busca de respaldo político para avanzar en las negociaciones con el FMI.
Pero mientras De la Rúa hacía esfuerzo por tender puentes con las distintas vertientes del PJ, el ex titular de la Cámara baja, el radical Rafael Pascual, calificó a Menem como el "presidente más cobarde de la historia" y el que "rifó" al país. La reacción de Menem fue rápida. Lacónico y contundente, le respondió a Pascual con una de las frases preferidas para minimizar a sus adversarios: "Las águilas no cazan moscas".



El ex presidente Menem le apuntó al ministro Cavallo.
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