La práctica de un deporte va más allá del ejercicio físico en sí, ya que tiene un valor educativo. Cuando los niños y adolescentes inician una actividad, ya sea fútbol, tenis, jockey, etcétera, tienen en sus manos un valioso instrumento para desarrollar la personalidad y alcanzar una dosis suficiente de autoconfianza a través del juego.
La psicóloga Mónica Grabich comentó a La Capital que muchas veces al niño que recién empieza en la práctica de un deporte se le exige lo mismo que si estuviera en la alta competencia. "Esto lleva a la pérdida del componente lúdico y a la aparición de síntomas como el estrés, cansancio y angustia", dijo la profesional.
"No se puede obviar que el niño es un adulto en proyecto, y muchas veces se traslada el modelo de la alta competencia al deporte infantil, quitándole el componente lúdico, lo que lleva a la pérdida del disfrute de la actividad. Por esta razón, en muchas ocasiones, cuando los chicos llegan a los 12, 13 años están saturados y deciden dejar la práctica deportiva, perdiéndose de esta manera la posibilidad de desempeñarse en el futuro en otros campos ligados al fútbol. Hoy, lo único que importa es ganar", agregó.
"Cuando se le quita el componente lúdico al deporte, que debe ser promotor de salud, puede pasar a ser un agente de insalubridad. Eso provoca mucha angustia", dijo.
La psicóloga aclaró que la competencia es necesaria para el crecimiento, "a los mismos chicos les gusta medirse con otros, pero cuando lo único que cuenta es la exigencia, aparece el estrés y la inhibición, entre otros problemas. Así no puede aprovechar todo lo positivo que podría brindarle la práctica deportiva", dijo.
Técnicos y padres
En niños y adolescentes, el movimiento es muy importante, ya que, con él, se construye el esquema y la imagen corporal, elementos estructurantes de la personalidad.
Por lo antedicho, es necesario que el niño no pierda la motivación que lo impulsa a realizar algún deporte. "Desde nuestro trabajo como psicólogos trabajamos sobre las potencialidades para que logre sentirse bien y pueda disfrutar de la actividad", enfatizó.
El trabajo profesional también se dirige a técnicos y padres, dos figuras relevantes en el desenvolvimiento del niño y el adolescente. "Es importante que ellos no se presenten frente al niño en posiciones encontradas. Esto produce malestar y dudas, ya que no sabe a quién respetar. Si hay diferencias es conveniente que las discutan a solas, y si no llegan a un acuerdo, que los padres se planteen la posibilidad de un cambio de técnico", opinó.
La profesional advirtió también que muchos padres se ilusionan con la posibilidad de tener un hijo exitoso en el fútbol, que se destaque y llegue a valerse por sí mismo, al mismo tiempo que logre una modificación en la situación económica de la familia.
Rendimiento deportivo
La psicóloga Grabich, quien se desempeñó en la Escuela de Fútbol Infantil de Newell's Old Boy, actualmente trata con deportistas adolescentes y adultos, amateurs y de alta competencia, quienes "consultan sobre cuestiones psicológicas que afectan el rendimiento deportivo".
Para la profesional, en el deporte de estos días se han extremado casi al límite los niveles a alcanzar en relación al estado físico y la preparación, los recursos técnicos y la puesta a punto del instrumento del deportista, que es su cuerpo. Sin embargo, hay un aspecto que no siempre es tenido en cuenta: el aspecto psicológico.
"Así vemos que ocurren situaciones que parecen no tener explicación, como cuando el equipo que está puntero en la tabla de posiciones pierde con el que marcha último; o cuando un atleta de deportes individuales logra un triunfo que a primera vista parecía inalcanzable", dijo
"Si bien es cierto que lo imprevisible del deporte es lo que lo hace emocionante. Cuando se nivela el estado corporal, la preparación física y los recursos técnicos, el desnivel pasa por el estado psicológico y la actitud mental del deportista en el escenario de la competencia", agregó. Según la especialista, no existen recetas para tratar con éxito a todos los deportistas. "El trabajo debe considerar las diferencias subjetivas y comenzar con una evaluación diagnóstica en relación a su desempeño en el deporte que practica y al grupo en el que está inmerso", cerró.
La Ciudad
