Año CXXXV
 Nº 49.328
Rosario,
miércoles  12 de
diciembre de 2001
Min 20º
Máx 32º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Recuperar el equilibrio perdido

Relajarse implica aprender a seguir el curso natural de la vida y recuperar el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Propone seguir unas sencillas técnicas vitales para empezar a distanciarse de la agitada vida moderna y hacer que la relajación forme parte integral de la existencia.
La respuesta habitual al cambio o a la sorpresa es la aparición del estrés, ya que, cuando nos excitamos, la adrenalina nos pone en alerta para ayudarnos a afrontar la novedad. En el momento en que este estrés se convierte en agobio, llega el problema y es necesario identificar las principales dificultades que llevan al cuerpo a deteriorarlo para facilitar la tarea de reconocimiento.
Para restaurar el equilibrio entre el cuerpo y la mente, necesitamos recurrir a la relajación física. Para ello, nada mejor que hallar un lugar tranquilo y cálido en el que poder descansar y concentrarse en aliviar la tensión de cada músculo.
Luego, cerrar los ojos y levantar los brazos, doblados por el codo, con los puños cerrados, inspirando profundamente y abriendo las manos mientras expiramos, bajar los brazos e imaginar que la tensión desciende por ellos. Después levantar los hombros y sentir la tensión en la cabeza, hombros, cuello y tórax, relajándome mientras expiramos. Tensar las piernas y los pies mientras inspiramos y exhalando, soltar y relajarnos.
Seguidamente, recorrer la columna vertebral, inhalando desde la base hasta la primera vértebra cervical y exhalando descender. Tomarse tiempo para darse cuenta de las partes más tensas del cuerpo y cambiar tensión por relajación. La respiración va guiando el recorrido llevando la energía al inhalar e eliminando las tensiones al exhalar. Esta es la forma más sencilla de relajarse.
La baja autoestima es otra de las mayores causas del estrés. Aunque es difícil pensar de forma positiva cuando se está bajo presión, la confianza en uno mismo es un paso esencial para conseguir la relajación.

Ada Lamboy
Master en yoga científico


Diario La Capital todos los derechos reservados