Año CXXXV
 Nº 49.327
Rosario,
martes  11 de
diciembre de 2001
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Mató a un joven que quiso robarle el auto
Alertado por los ruidos disparó su arma "al aire". Al salir de su casa vio al ladrón muerto y se entregó a la policía

Un hombre mató ayer de un disparo a un joven que intentaba robarle el auto estacionado frente a su casa, en el interior del pasillo de una villa miseria ubicada en Bouchardo al 3600, en el barrio Nuevo Alberdi. Después de ver al asaltante muerto, el hombre, que tiene un pequeña verdulería y también trabaja como jardinero, se entregó a la policía.
Marcelo Gálvez contó a la policía que a las 5.30 de la mañana lo despertaron unos ruidos extraños y al mirar por la ventana de su dormitorio vio a cuatro jóvenes que intentaban robarle su auto, un Fiat Regatta. Voceros policiales indicaron que el vehículo tenía rota la ventanilla del costado derecho.
El hombre, de 35 años, dijo que al ver al grupo tomó un arma de su propiedad y efectuó un disparo "al aire". Pero agregó que al mismo tiempo escuchó otros disparos, por lo que se quedó encerrado en su casa unos minutos temiendo que los asaltantes estuvieran armados. Poco después salió a ver que había ocurrido y encontró el cuerpo sin vida de un hombre junto a su vehículo.

Se deshizo del arma
Con miedo ante lo ocurrido, Gálvez declaró a los investigadores que corrió hasta un aliviador del arroyo Ludueña que atraviesa el barrio, y que pasa a unos 30 metros de su casa, y allí tiró el revólver con el que había disparado. Pero después se dirigió a la subcomisaría 2ª a denunciar lo ocurrido y quedó detenido.
El balazo había impactado en la cabeza de un joven identificado por la policía como Juan Marcelo Silva, de 23 años, domiciliado en el mismo barrio donde murió. Su cuerpo fue derivado al Instituto Médico Legal por orden de la jueza Susana Portillo de Pigliacampo, a cargo de la investigación del caso. A partir de los exámenes médicos se podrá corroborar si la bala que mató al muchacho fue disparada por Gálvez o fue consecuencia de "los otros disparos que dijo escuchar el hombre".
Fuentes de la investigación indicaron que Gálvez, padre de una nena de 12 años, tiene un puesto de venta de verduras en el barrio y también trabaja como jardinero. Aparentemente, el hombre no cuenta con antecedentes penales.


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