Año CXXXV
 Nº 49.327
Rosario,
martes  11 de
diciembre de 2001
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Fue un éxito el paro cívico contra Chávez en Venezuela
El presidente no dudó en amenazar a la oposición, invocando su violento pasado golpista

Caracas. - En el marco de un paro cívico nacional contra el gobierno, al que según sus organizadores adhirió entre el 90 por ciento de la población, los venezolanos pudieron comparar los discursos que ofrecieron el presidente Hugo Chávez y el empresario opositor Pedro Carmona.
Ante las cámaras de televisión, el empresario, un hombre de baja estatura que proviene del sector industrial y que desde hace tres meses preside la mayor agrupación privada del país (Fedecámaras), dijo al culminar el paro de 12 horas: "nosotros aglutinamos, no dividimos".
"Hay una fuerte esperanza de que esta voz que ha surgido como una fuerza telúrica sea escuchada. Hemos demostrado que somos una voz que hay que tomar en cuenta", dijo Carmona al declarar terminado el paro nacional. Según los organizadores, el paro cívico tuvo un acatamiento de entre el 85 y el 90 por ciento, por lo que habrían sido millones los venezolanos que adhirieron a la medida de protesta. Incluso los diarios adhirieron a la medida de protesta y no se editaron.
El empresario rechazó que tenga aspiraciones políticas y afirmó que seguirá siendo representante del sector empresarial y, cuando más, "intérprete de la sociedad civil. Ha nacido una nueva Venezuela que quiere expresarse, que ha expresado que quiere ser democrática y que quiere una rectificación. Al país entero queremos decirle que pese a las actitudes agresivas y descalificatorias del presidente, el país pide respeto", indicó Carmona, quien destac ó que los pobres son parte de la lucha empresarial.
El paro de 12 horas transcurrió en forma pacífica, aunque la Policía Metropolitana (PM) de Caracas lanzó agua a presión para dispersar simpatizantes de Chávez que intentaron sitiar la sede de Fedecámaras.
Mientras, Chávez cerró toda posibilidad de negociar y suspender la aplicación de las leyes aprobadas recientemente y que motivaron el llamado al paro de los empresarios, a los que sumaron los sindicatos.
El mandatario, que durante la jornada vistió varios uniformes militares, dijo que los empresarios representan una "oligarquía cobarde que pretende un pacto inmoral" para suspender las leyes.
"Cómo se les ocurre a cuatro oligarcas que van a parar al pueblo heróico de Simón Bolívar. Si los oligarcas quieren parar algo deberán tomar mucha Viagra", señaló en su arenga a una concentración de partidarios del gobierno.

"Voy a apretar tuercas"
En una nada velada amenaza, Chávez dijo que "nadie es invulnerable" en el país y advirtió que mandó a comprar un alicate gigante para "apretar algunas tuercas" a los sectores que están contra el paquete de 49 leyes.
"A Venezuela no la van a alborotar cuatro oligarcas cobardes. Que recuerden de dónde vinimos nosotros", señaló al aludir a su antecedente de golpista. Chávez vestía en ese momento uniforme de combate y su tradicional boina roja.
Agregó que la ley de tierras, la más criticada por los empresarios, comenzará aplicarse desde hoy, martes.
El paro es el mayor desafío político que enfrenta Chávez en sus tres años de gobierno, y se celebra en la víspera de una cumbre de líderes caribeños, entre ellos el cubano Fidel Castro, en la isla turística de Margarita. Chávez recibió el domingo el apoyo explícito del brasileño Luiz Lula Da Silva, líder del izquierdista PT. "Pensamos igual con Chávez", afirmó Lula en Caracas.
En la concentración de partidarios del gobierno, Chávez pidió una gran rechifla para los empresarios, aunque desde los balcones le respondían con una protesta con ruido de cacerolas. Chávez hizo tres presentaciones públicas durante la jornada, en las que reiteró sus ataques contra los empresarios. (DPA y Reuters)


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