Año CXXXV
 Nº 49.326
Rosario,
lunes  10 de
diciembre de 2001
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Incertidumbre. El gobierno reducirá las tasas para el canje de deuda externa
Por 4 mil millones, Cavallo corta los programas de competitividad
Dijo que así aumentará la recaudación y se evitarán ajustes adicionales en el presupuesto 2002

El ministro de Economía, Domingo Cavallo, adelantó anoche que suspenderá exenciones fiscales por 4 mil millones de pesos con el objetivo de garantizar los niveles de recaudación que permitan proyectar un presupuesto para el 2002 que sea aceptado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Cavallo adelantó ayer algunos de los ejes que analizó el fin de semana con el organismo internacional para asegurar la "sostenibilidad" del programa económico, mantener la convertibilidad y alejar el fantasma de un default desordenado.
En ese sentido, aseguró que el acuerdo técnico alcanzado con los funcionarios del Fondo no incluye recortes adicionales al gasto primario sino el cumplimiento de las proyecciones fiscales contempladas en los primeros borradores del presupuesto 2002 y el congelamiento de las erogaciones en el año 2001.
Si se cumplen estas previsiones, para lo cual se necesita un acuerdo político con la oposición y las provincias, el FMI apoyará la segunda fase de la reestructuración de deuda, la que involucra a unos 50 mil millones de dólares en manos de tenedores extranjeros, "a tasas más bajas que las que se pactaron con el canje local y sin litigiosidad".
Ese apoyo, dijo Cavallo, no implica garantías extras por parte de los organismos de crédito multilaterales. "No necesitamos eso sino que los acreedores confíen en nuestra capacidad de crecer", agregó el ministro, quien de paso evitó precisar si el Fondo Monetario liberará el desembolso de 1.260 millones de dólares que requiere el gobierno para afrontar los vencimientos de deuda que operan el próximo viernes.

Del default ni hablar
"Estamos negociando con los acreedores y no voy a comentar estos detalles por la prensa", aclaró Cavallo, quien no obstante aseguró que "el pago de las jubilaciones y los sueldos de los empleados públicos está garantizado porque es una orden del presidente Fernando de la Rúa".
El ministro ratificó la convertibilidad y negó que las autoridades del Fondo Monetario le hubieran sugerido un cambio del régimen monetario en Argentina. "Por el contrario, vamos a reforzar la libertad que da la convertibilidad para que los argentinos elijan la moneda con la que quieren manejarse, por lo cual vamos a instruir al sistema bancario para que asegure que exista la cantidad necesaria de dólares en los cajeros", agregó.
Cavallo, luego de ratificar que Argentina está en convocatoria de acreedores, optó por dar más importancia al compromiso de los organismos financieros internacionales para apoyar la reestructuración de la deuda externa que a la plata que pueda enviar el FMI. En ese sentido, señaló que, "con la garantía de que no habrá gato encerrado en el cumplimiento del presupuesto para el año 2002", dichas instituciones avalaran la nueva propuesta que realizará a los acreedores externos.

Cambia el canje
"Los funcionarios del Fondo nos sugirieron ser más ambiciosos en la búsqueda de reducción de intereses", dijo antes de anunciar que en el tramo internacional del canje el gobierno ofrecerá nuevos títulos que tengan liquidez a tasas "sustancialmente menores" a la que se pactaron para los inversores locales que reprogramaron sus bonos a niveles del 6% ó 7%.
El jefe del Palacio de Hacienda recordó que los acreedores argentinos recibieron a cambio de sus títulos, préstamos garantizados con la recaudación, que no pueden negociarse en el mercado. "Estos tenedores podrán pasarse al nuevo esquema de reestructuración si prefieren títulos que tengan liquidez, pero como la liquidez tiene su costo, tendrán que pactar tasas mucho menores", dijo.
Acorralado por la crisis financiera, la corrida bancaria, la inminencia del default y los rumores de renuncia, Cavallo viajó el viernes a Estados Unidos para jugar su última carta a favor de la convertibilidad y su propia figura. Se volvió sin plata y con la fría recomendación de reunir apoyo político para un ajuste en las cuentas fiscales si quiere mantener su programa económico en la esfera del apoyo de los organismos internacionales. Se estimó que el gobierno debería recortar 4 mil millones de dólares para calificar en este aspecto.
Tras reunirse con el presidente Fernando de la Rúa y en el marco de una nueva jornada de incertidumbre, el ministro dio anoche una conferencia de prensa en la que aseguró que "no habrá recortes adicionales" a los contemplados en el presupuesto 2002.
"Sobre la base de los niveles de gasto consolidado (Nación y provincias) para el año 2001 y los contemplados en el presupuesto 2002, conforme a las cifras que ya están en el Congreso, es factible lograr el apoyo del Fondo Monetario", dijo y aseguró que lo que el organismo exige es que "se aporte evidencia de que no hay gato encerrado y de que se cumplirá con lo previsto".
Cavallo dixit, las observaciones de los muchachos de Horst Köhler son las siguientes: \* Se valora el esfuerzo de la administración De la Rúa de haber bajado el gasto primario en 7 mil millones de pesos desde fines del 99 ("La misma cifra en que aumentó entre los años 95 y 99", dijo a modo de palo para Roque Fernández).
* Hay dudas sobre las cifras fiscales de las provincias. Si bien hubo ajustes del gasto primario, preocupa la proliferación de bonos "cuasi moneda" a nivel provincial, por fuera de la emisión de 1.300 millones de Lecop a cargo de la Nación.
* Están "sorprendidos" por la "falta de realismo de alguna dirigencia política", involucrada en los Poderes Legislativo y Judicial, como así también de gobernadores provinciales "que anunciaron ajustes con bombos y platillos y después solicitaron dinero que no les corresponde" (Palo a Ruckauf).
Cavallo admitió que los técnicos del Fondo pusieron en duda sus proyecciones de ingresos para los años 2001 y 2002, y por eso aseguró que "si es necesario se suspenderán los planes de competitividad que hagan falta" para garantizar que los números cierren.
No aclaró si en la movida, que apunta a recortar 4 mil millones de pesos sobre un monto total de beneficios por 8 mil millones, incluirá al factor de empalme, que mejoró la competitividad de los exportadores pero a un costo fiscal importante. Sí se quejó porque los empresarios "no valoraron" sus esfuerzos para achicar costos impositivos. En todo caso, todo será historia cuando hoy decida junto al presidente que estímulos recortará.
"En el mediano plazo puede afectar la actividad económica y reducir la recaudación", aceptó el ministro, pero "en el corto plazo la prioridad está dada por la solvencia fiscal y, con ello, la baja en la tasa de interés, eso es lo que provocará que se reactive la demanda", dijo Cavallo. Todo sea para pasar el trago "de los 60 ó 90 días que nos esperan y que seguirán siendo turbulentos".



Cavallo está dispuesto a firmar lo que pida el FMI.
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