Año CXXXV
 Nº 49.326
Rosario,
lunes  10 de
diciembre de 2001
Min 13º
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cartas
Al intendente Hermes Binner

A través de esta carta quiero dirigirme al intendente de Rosario, Hermes Binner, para expresarle lo siguiente: hace días y a raíz del resultado electoral del pasado 14 de octubre, usted manifestó -entre otras cosas- que habían pagado los errores cometidos por la Alianza a nivel nacional (de la que forman parte). ¿Es que cuando en el año 1999 sus concejales sacaron más de 200.000 votos, éstos fueron producto de los desaguisados del gobierno de Menem? Porque con su razonamiento actual, también los perdedores de ese entonces podrían usar el mismo argumento. Ya en el año 1997 y luego en estas mismas columnas de febrero de 2000, le dije -porque lo estimo y creo en su honorabilidad- que sus consejeros no le hacían ver la realidad, cuando le respondí que los rosarinos "no se habían apropiado del río". No se vuelva a equivocar. Lo comento porque está a tiempo para producir las correcciones necesarias. A mi entender -este entendimiento se basa en mi ubicación del otro lado del mostrador, es decir del lado de los electores- las cosas no se hacen como debieran. Por ejemplo, usted firma un convenio para atender en hospitales rosarinos a pacientes de otras localidades, algunas no muy vecinas a Rosario, cuando acá quienes quieren acceder a un profesional de la salud deben pasarse la noche a la espera de poder conseguir un número. Cuando nuestra querida hermana Jordán, en el barrio Empalme Graneros, llega a utilizar como ambulancia un carro de los que los vecinos usan para el cirujeo. Usted también prometió arreglar el sistema de transporte de pasajeros, hoy seguimos igual que siempre en esos camiones jaula llamados por los empresarios colectivos. Caminar por la peatonal es imposible, ya que tiene las baldosas rotas con los consiguientes accidentes. En tanto el tránsito de Rosario es un caos, la ciudad es una de las más sucias del país. Sería largo enumerar las falencias que tiene nuestra ciudad y que por supuesto incidieron en la decisión electoral. Es para pensarlo, ¿no es así, señor intendente?
Osvaldo A. Delicio


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