Llegó la hora. El escenario no sólo no es el mejor; parece empeorar día a día. Pero no hay vuelta atrás: en seis municipios santafesinos los intendentes electos en octubre iniciarán hoy sus mandatos de cuatro años. Tres debutan y otros tantos continúan en sus despachos, aunque algo los iguala y es la complicada coyuntura económica que, con sus bemoles, todos deberán enfrentar, mientras la recesión crece y los ingresos por coparticipación y recaudación se prevén exiguos.
En Roldán, José María Pedretti -un justicialista que con votos de la Alianza superó al peronista Roberto Di Santo- asume hoy con la presión de tener que revertir un conflicto por atrasos salariales que lleva más de un mes. No le será fácil, en virtud de la deuda abultada que hereda de su antecesor. Seguramente espera que se destrabe lo antes posible la ayuda prometida por la provincia para poder dedicarse, además, a "revertir los problemas morales por que atraviesa Roldán", como señaló al ganar en octubre.
En Puerto San Martín, el justicialista Carlos De Grandis no asume con las mismas presiones inmediatas que Pedretti, pero su tarea no será fácil. Además de la crisis, deberá desenvolverse con el tacto que requiere tomar un cargo al que llegó con una mínima diferencia de votos sobre su antecesor Daniel Sorrequieta.
Otro debutante, el peronista Bernardo Vega, deberá vérselas en Las Toscas con un dilema que no le gustaría enfrentar a nadie: la principal fuente de trabajo, la curtiembre Arlei, viene siendo objetada por su supuesta contaminación.
Con la ventaja de saber de qué se trata reasumen otros tres jefes comunales. El que a priori no tendría mayores problemas es el radical Angel Rossi, quien accedió por amplio margen a un nuevo mandato en El Trébol. En Fray Luis Beltrán, el peronista Alejandro Fraga iniciará esta vez una gestión de cuatro años, tras su período de un año y medio, cuando llegó a la Intendencia para completar el mandato trunco de Jorge Monasterolo, quien dos años atrás dejó el cargo para asumir como senador. Además de lo difícil que puede resultar gobernar una ciudad del golpeado cordón industrial, puede ser una presión para Fraga el poco margen con que se impuso a su contrincante Marcelo Albelo.
Viejos problemas en Armstrong
Cuando hoy jure por cuarta vez en la Intendencia de Armstrong, el justicialista Fernando Fischer retomará un problema que ya le trajo dolores de cabeza años atrás: crisis en el Concejo. La no remisión, en los últimos once meses, de los fondos presupuestados para el funcionamiento del cuerpo generó un fuerte reclamo por parte de ediles electos y en ejercicio, quienes calificaron de "desesperante" la situación. Es abultada la deuda de dietas, alquiler, proveedores y salarios del personal legislativo.
La queja de los ediles Malvina Balanda (Alianza), Ariel Montapponi (PJ) y del electo Omar Maiani (Alianza) se debe a que "el municipio percibe sus ingresos de tasas y coparticipación en forma normal, pero no remite la partida al Concejo, pese a que es obligatoria y está establecida expresamente en el presupuesto". Para los ediles, esta actitud significa "desidia y falta de interés democrático".
Los reclamos también se elevan al gobierno provincial, desde donde la Subsecretaría de Municipios respondió que "el municipio de Armstrong recibió una partida del tesoro nacional de 50 mil pesos", supuestamente para regularizar las deudas impagas. "Esta intendencia conspira contra la existencia del Concejo. Esto es doblemente grave porque los fondos que recauda tienen un destino ineludible que no se puede desconocer", dijeron los ediles. El tema no es nuevo: Armstrong ya sufrió la acefalía del Concejo cuando sus integrantes no pudieron acordar, por ocho meses, sus autoridades. Pero esta vez la situación es distinta.
La Ciudad
