Año CXXXV
 Nº 49.321
Rosario,
miércoles  05 de
diciembre de 2001
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Voceros del gobierno desmintieron la existencia de presiones
El FMI retacea recursos que el país necesita para evitar el default
Fuentes del organismo dijeron que el directorio pretende discutir primero la devaluación o la dolarización

El Fondo Monetario Internacional (FMI) quiere discutir con el gobierno de Fernando de la Rúa la dolarización o la devaluación de la economía argentina, antes de liberar un desembolso de 1.260 millones de dólares comprometido en el acuerdo de blindaje financiero. La información, difundida por la agencia "Reuters", cita fuentes del directorio del organismo, y cayó como una bomba en el Ministerio de Economía. El secretario legal y técnico del Palacio de Hacienda, Alfredo Castañón, la desmintió y aseguró que se trata de una versión que "no tiene sentido".
"Lo desmiento", se limitó a responder el funcionario a la insistente requisitoria de los periodistas que lo abordaron en la sede del Ministerio de Economía. Minutos antes, el cable de la agencia internacional había rebotado en los despachos del gobierno. Según esa información, el directorio del Fondo condicionó la liberación del desembolso correspondiente al blindaje financiero a la discusión previa sobre una definición drástica en materia de política monetaria, que implique la salida de la convertibilidad. Esto significa avanzar hacia una dolarización o, por el contrario, devaluar.
Los rumores sobre un aumento de la presión sobre la Argentina tomaron cuerpo luego que el directorio del Fondo le pidiera al jefe de la misión que trabaja en Buenos Aires, Tomás Raichmann, que regresara a Washington el lunes por la noche para explicar las medidas adoptadas durante el fin de semana por el gobierno argentino. "Les hemos dado opciones y las opciones son devaluar o dolarizar. Eso es lo que le queda a la Argentina", dijo a "Reuters" una fuente del FMI.
En rigor, la sugerencia no es nueva. Ya en noviembre la había formulado el director gerente del FMI, en una carta que envió al presidente Fernando de la Rúa.
El gobierno necesita con urgencia el desembolso de 1.260 millones de dólares para poder hacer frente a vencimientos de deuda este mes, luego de que en noviembre debiera utilizar indirectamente las reservas del Banco Central para cumplir con sus obligaciones.
El próximo 19 de diciembre será clave ya que ese día vence el pago de intereses de uno de los bonos de la deuda y los inversores están expectantes frente a cómo reaccionará la Argentina ante esos compromisos.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos y el gobierno español, que figuran entre los principales arquitectos del programa de blindaje financiero, presionaron en reiteradas ocasiones al Fondo para que acelerara la entrega de la ayuda comprometida. Sin embargo, en el organismo temen que las nuevas transferencias se conviertan en plata tirada al agujero negro de la crisis financiera argentina.

Esquivo desembolso
La resistencia del organismo a desembolsar los recursos comprometidos se reforzó luego de que el Ministerio de Economía decidiera intempestivamente poner en funcionamiento las medidas económicas que lograron frenar una fuga de depósitos bancarios, mediante la inmovilización de los depósitos y la restricción para los retiros en efectivo.
Según datos del Banco Central, los depósitos bancarios absolutos cayeron 1,88% el viernes, a 70.513 millones de dólares, en una jornada plagada de rumores de que el gobierno congelaría los fondos para frenar la fuga. Un día después, el Ministerio de Economía debió anunciar las restricciones para el retiro de depósitos y así evitar que se profundizara cuando reabrieran los bancos el lunes.
La autoridad monetaria informó que las reservas internacionales cayeron durante el viernes negro 6,13%, a 18.861 millones de dólares, por la decisión de los ahorristas de convertir pesos a dólares por temor a la devaluación.
Aunque las nuevas regulaciones despertaron la bronca y la incertidumbre entre la gente, causaron sólo algunas colas en los bancos y lograron liberar la presión que se acumuló la semana pasada en el mercado financiero, lo que se reflejó ayer en una tasa de interés en dólares para préstamos interbancarios a un día de 20 a 25%.
Las medidas se tomaron en momentos en que la misión del FMI se encontraba en el país auditando las cuentas.
La orden que partió de la sede central del organismo para que los auditores regresaran a Washington para explicar los anuncios del gobierno argentino generaron muchas susceptibilidades y las especulaciones estuvieron a la orden del día.

Malestar en el Fondo
Así, algunas versiones indicaban que a las autoridades del FMI les habría parecido poco feliz que el gobierno argentino tomara estas determinaciones sin consensuarlo previamente con el organismo y en el momento en que los técnicos del Fondo se encontraban muy cerca de los funcionarios de Economía auditando las cuentas públicas.
Aunque una eventual devaluación le permitiría a la economía recuperar competitividad, la palabra aún genera fuertes resquemores entre la gente que tiene todas sus deudas tomadas en dólares y se enfrentaría a un encarecimiento de sus acreencias.



Köhler sugirió a De la Rúa salir de la convertibilidad.
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