Año CXXXV
 Nº 49.321
Rosario,
miércoles  05 de
diciembre de 2001
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Rosario Central
Pizzi anda mal, pero volvió a motivarse con Teglia

Miguel Pisano

Che, qué le pasa a Pizzi? Referente indiscutido del equipo, ídolo de los hinchas, goleador de los últimos torneos, jugador de consulta de los técnicos, palabra autorizada para la prensa, hombre de experiencia de este joven plantel de Rosario Central, el delantero Juan Antonio Pizzi pasa por un mal momento, a tono con el que atraviesa el conjunto y, sobre todo, el club, y que él mismo reconoce, aunque prefiere no hablar del mismo con Ovacion. "No veo motivos para hablar del tema", confió ayer en diálogo telefónico con este diario desde su casa en Santa Fe, donde pasaba su día franco junto a su familia.
-La idea es hacer una nota sobre tu situación en el equipo y en el club.
-Yo sé que por la situación del equipo y de la institución hay gente que quiere buscar cosas raras.
-El diario quiere hacer una nota sobre tu situación y no tiene ninguna intención aviesa, por eso sos el primero en ser llamado.
-Yo sé que las críticas no son buenas, pero sé también que son las reglas a las que uno está expuesto en el fútbol.
A tono con su decisión de la semana pasada de no hacer comentarios sobre la oferta que recibió de Colón, el delantero canalla mantuvo la postura de no hablar con la prensa más que una vez por semana y el día que él elige.

El sueño del pibe
La primera vuelta de Pizzi a Central, que se produjo en el invierno de 1999, marcó la concreción de un viejo sueño del Patón Bauza, quien le había tirado la idea a principios de ese año. "Cuando le dije si quería venir no me dijo nada, pero se quedó mirándome", confió el ex técnico canalla cuando sólo soñaba con la vuelta del goleador a Central, en un recordado diálogo que mantuvieron en la playa de estacionamiento del Gigante de Arroyito, la tarde en la que Juan pasó a saludar al técnico y al plantel.
En ese primer regreso Pizzi marcó 13 goles en el equipo que salió subcampeón a sólo un punto de River y que se clasificó para las copas Libertadores y Mercosur, en su mejor momento desde su vuelta al club que había dejado a los 20 años.
Luego el delantero convirtió cinco tantos en el Clausura 2000 y seis en la Libertadores de ese año, aunque jugó gran parte del semestre con una lesión en el menisco externo de una rodilla, a raíz de la cual dejó de jugar tres partidos antes del final del torneo local para someterse a una artroscopia.
En este sentido, el médico del plantel profesional auriazul, Francisco Campillo, descartó de plano que el jugador sufriera molestia o impedimento alguno a raíz de esa operación o de su posterior rehabilitación.
"A Juan lo operamos un par de meses antes de irse a Portugal, cuando terminaba el torneo, y no terminó la puesta a punto porque viajó y la hizo allá. Tenía una lesión de menisco externo y lo operamos con muchas expectativas de que pudiese jugar sin inconvenientes", recordó Campillo.
-¿Esa operación o la rehabilitación posterior le produjeron alguna molestia o limitación para jugar? \-No. Solamente va a tener las secuelas de cualquier cirugía en una articulación, sobre todo en un jugador que ha sufrido la agresión de la actividad profesional, que tiene un mayor desgaste por una actividad enorme. Después va a tener las huellas que deja el fútbol a los jugadores en las rodillas o en la cadera después de los 30 años.

Cambio de aire
La sorpresiva venta del pase de Pizzi a Porto de Lisboa, a mediados de 2000, le impidió cumplir la pretemporada diagramada por el profesor Alejandro Mur en La Cumbre, a la vez que debió completar la rehabilitación de la artroscopia en su nuevo club, donde finalmente jugó muy pocos partidos.
En realidad, la excursión de Pizzi por Lisboa le deparó al jugador un retroceso desde el punto de vista de la competencia, porque casi no jugó y perdió ritmo, a pesar de que había sido transferido como reemplazante del goleador Jardel. Por eso mismo no lo pensó demasiado cuando tuvo la posibilidad de volver a Central, a principios de este año.
Sin embargo, la partida del Patón Bauza a mediados de año y la llegada de Juan José López parecieron marcar un punto de inflexión en la carrera de Pizzi en Central, dado el escaso feeling que el jugador tenía con el nuevo entrenador, según confían distintas fuentes canallas.
El episodio de la bronca que manifestó cuando fue reemplazado contra Vélez y tiró la cinta de capitán al piso, que Jota Jota López minimizó y sobre el que el propio jugador se negó a hablar, no hizo más que pintar de cuerpo de entero la mala relación que mantenían y que se basaba principalmente en un esquema táctico que no lo beneficiaba.
La situación cambió totalmente con la llegada de Daniel Teglia al cargo, al extremo que un allegado al jugador desmintió categóricamente la posible transferencia de Pizzi a Colón con una comparación por demás elocuente: "Si no se fue cuando estaba Jota Jota, menos se va a ir ahora que vino Teglia".
"El dijo que no va a jugar en otro equipo argentino que no sea Central y no va a repetirlo todos los días, por eso no quiso hablar del tema", reveló un amigo suyo, que pidió reserva de identidad.
En esta línea de razonamiento, Pizzi rechazó el enésimo intento del Patón de llevarlo a Vélez, así como hizo lo propio con la oferta para jugar en Colón, justamente uno de los clubes de la ciudad donde vive con su familia y hasta la que viaja diariamente en apenas una hora de auto, desde su segunda vuelta a Central. "El tiene media hora hasta el centro y una hora entre la ciudad deportiva o Palos Verdes y su casa, que está cerca de la entrada a Santa Fe, por eso eligió vivir allá con su familia", confió un allegado al jugador.
"Cuando estaba el Patón, el equipo jugaba para él, cosa que no pasaba con Jota Jota. Y ahora con Teglia, Central va a volver a jugar para Juan, y vas a ver cómo va a levantar. Es un goleador y anda mal, pero esperá que haga un par de goles", asegura una de las personas que mejor lo conoce en la ciudad.
"Yo creo que Juan va a respetar su palabra de jugar solamente en Central, lo único que puede pasar es que un día se hinche las pelotas y deje el fútbol. Pero es un tipo grande, inteligente y con una gran experiencia, que no va a dejar nada sin atar. Por eso queremos motivarlo, recuperarlo y tenerlo bien como jugador ahora y enganchado como dirigente, técnico, manager o lo que él quiera en el futuro", aseguró uno de los informante más cercanos al jugador.
Lejos de su mejor nivel y en medio de la crisis por la que atraviesa el club, Juan Antonio Pizzi recuperó el feeling con el técnico, volvió a motivarse y apuesta a jugar de la mejor forma posible los siete meses de contrato que lo unen a Central. La respuesta es tuya, Juan.



El goleador canalla quiere recuperar su nivel.
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