Año CXXXV
 Nº 49.317
Rosario,
sábado  01 de
diciembre de 2001
Min 8º
Máx 26º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






El público estadounidense hace la vista gorda a los arrestos con perfil racial
Crece la confrontación por las libertades civiles

Michael Conlon

Chicago. - La llamada telefónica fue hecha desde una cárcel en el estado norteamericano de Missouri. "Ellos vinieron a mi trabajo", dijo Osama El Far, un mecánico de aviación de Alejandría, Egipto. "Recibieron una llamada de un compañero de trabajo que dijo que yo era musulmán con acceso al aeropuerto. Ellos me dijeron que alguien en Washington aún estaba interesado en mí. No me dijeron quién".
El Far es uno de los cientos de árabes y otros extranjeros detenidos en cárceles estadounidenses en un momento en que el público estadounidense parece hacer la vista gorda ante el una vez polémico tema de la aplicación de la ley basada en prejuicios raciales. Líderes negros, para quienes el perfil racial -la acción policial basada en la raza y en sospechas más que en evidencias o en causas- era uno de los principales temas, tenían poco que decir sobre los extranjeros atrapados en la operación policial con bordes raciales tras los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
Una encuesta de Gallup divulgada el jueves por la cadena CNN y el periódico USA Today, reveló que más de uno de cada cuatro estadounidenses pensaba que el presidente Bush y el fiscal general John Ashcroft no habían ido lo suficientemente lejos restringiendo las libertades civiles para combatir el terrorismo. Otro 60% de los 1.025 estadounidenses encuestados opinó que las acciones tomadas hasta ahora habían sido "casi correctas".
Una reciente encuesta de Zogby International indicó que más negros que blancos -el 75% en comparación con el 64%- incluso aprobaba el registro de autos al azar como medida antiterrorista, exactamente el mismo tipo de acción que era tan rechazada dentro de la comunidad negra.
El Far, de 30 años, quien pasó más de dos meses en una cárcel en el suroeste de Missouri, puede haber sido uno de los afortunados. Su abogada, Dorothy Harper, dijo ayer que acababa de recibir la información de que el próximo jueves se le permitiría regresar a Egipto. "Pero no lo creeré hasta que lo vea en el avión", dijo. Una promesa anterior sobre la liberación de su cliente no se cumplió. El Far fue detenido porque se encontraba ilegalmente en el país con una visa de estudiante que había expirado. El colega que informó sobre él también dijo que había elogiado a Bin Laden, algo que él niega.
El egipcio también se convirtió en sospechoso porque asistió a una escuela de entrenamiento de vuelos en el estado de Florida, de 1996 a 1997. Algunos de los atacantes suicidas del 11 de septiembre habían asistido a escuelas de aviación en ese estado, aunque más recientemente.
Su caso y otros parecen provocar pocas simpatías. "Las encuestas muestran que los afroamericanos, aquellos que más se han quejado por el perfil racial, están diciendo «está bien mientras no seamos nosotros»", dijo Earl Ofari Hutchinson, presidente de la Alianza Nacional por la Acción Positiva y autor del libro The Disappearance of Black Leadership (La desaparición del liderazgo negro). "Eso es porque estamos asustados también. Estamos dispuestos a tolerar lo mismo de lo que hace dos meses nos estábamos quejando en voz alta. Ha ocurrido un mar de cambios en la opinión pública debido al 11 de septiembre", agregó.

Sin precedentes
Los arrestos que han enviado a cerca de 600 personas a la cárcel y el plan de interrogar a otros cientos tienen una magnitud no vista desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuando 100.000 inmigrantes japoneses y japoneses-estadounidenses fueron reubicados en lugares alejados de estratégicas zonas costeras. Pero aunque las encuestas no lo muestren, algunos están perturbados por la comparación. "La acción policial dirigida contra personas de Medio Oriente es sólo una forma de expresar la incapacidad innata de percibir a otras personas, aparte de nosotros, como normales", opinó Marian Spencer, una líder de los derechos civiles de los negros en Cincinnati. "Debíamos haber aprendido nuestra lección sobre cómo tratar a los extranjeros tras la forma en que fueron internadas y maltratadas personas nacidas en Japón durante la Segunda Guerra Mundial, pero no estoy segura de que eso le importe a Ashcroft o a los otros", añadió. (Reuters)


Diario La Capital todos los derechos reservados