Año CXXXV
 Nº 49.317
Rosario,
sábado  01 de
diciembre de 2001
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Reflexiones
Abajo el terrorismo

Eduardo Haro Tecglen (*)

Un fantasma recorre el mundo: el terrorismo. Cualquiera reconocerá una paráfrasis del principio del Manifiesto comunista, de Marx y Engels. Con diferencias: el comunismo existía -aún muy delgado, muy hambriento, muy veraz- y poco después se comprimió, se desnaturalizó, se arruinó porque la Santa Alianza empezaba ya a ganarle en el momento del manifiesto. El terrorismo es distinto: no existe, o es universal, o es una forma verbal. En estos días, los terroristas gritan "Abajo el terrorismo".
Así pasó en la conferencia de Lima, donde algunos declarantes lo han ejercido. Pero es que los terroristas no creen que lo sean. Los asesinos islámicos en Israel eran terroristas, según el juicio actual, y probablemente el mío, pero ellos se creen guerreros de Alá, justicieros y vengadores. Como los portadores de la calculada y aún -para mí- misteriosa acción contra las Torres Gemelas y el Pentágono se creían guerreros. "Vosotros, fascistas, sois los terroristas", decían los etarras, o como se llamaran, contra los fusiladores de Franco y sus jueces militares o civiles, y tenían razón: pero ellos ejercían el terrorismo real sin saberlo.
Una vez conversé con un grupo nacionalista en Pamplona (¿hará treinta años?) y me preguntaron por qué utilizaba la palabra "terrorismo" para referirme a sus actos; les contesté que era un respeto al diccionario y al idioma. Ahora se confunde la definición porque se ha totalizado. Ahora mismo, cuando alguno de ellos habla, sigue negando la palabra.
El asunto es otro: la universalización de la palabra por nuestra mecánica general de medios, en lo que habrá que reconocer que España se ha adelantado en muchos años a Estados Unidos. Ahora se inventa terrorismo para buscar a toda clase de enemigo. Y nosotros somos la democracia. ¿Quién no va a estar de acuerdo en que hay que combatir al terrorismo y, si es preciso, "a todas las formas del terrorismo", entre las que se incluyen los apologetas?
(*) De El País de Madrid


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