Año CXXXV
 Nº 49.313
Rosario,
martes  27 de
noviembre de 2001
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Caso Hagelin: un fiscal sueco pide detener a Astiz

Un fiscal sueco pidió ayer ante un tribunal de Estocolmo el arresto del represor Alfredo Astiz, por la desaparición de la joven sueca Dagmar Hagelin durante la última dictadura militar.
El letrado Thomas Lindstrand justificó su petición basándose en que Astiz es sospechoso en el caso de la desaparición de la sueca Dagmar Hagelin, en 1977, a los 17 años.
El juez Claes Djurberg, que recibió la petición, aseguró que decidirá en el transcurso de esta semana si emite o no la orden de arresto.
En marzo de este año, el padre de la joven sueca, Ragnar Hagelin, presentó una demanda policial en Estocolmo contra cuatro oficiales superiores de la marina argentina.
Los oficiales acusados de secuestro, torturas y asesinato son Astiz, el almirante Eduardo Emilio Massera y otros dos militares de alto rango cuya identidad no fue precisada.
La orden de arresto debe ser emitida antes del 26 de enero de 2002, ya que para esa fecha expira el plazo de 25 años establecido por la ley sueca.
Por ello, el padre de Dagmar expresó ayer su felicidad por el pedido de arresto. "Llevo luchando casi 25 años y es evidente que esta es una gran noticia. Por eso estoy feliz, aunque no sé cómo va a terminar la historia", declaró a la prensa.
Astiz fue liberado el pasado 14 de agosto, luego de que el gobierno argentino rechazara su extradición, la cual fue solicitada por la justicia de Italia y de Francia.
El ex marino estuvo detenido desde el 1º de agosto por orden de la jueza María Servini de Cubría, ante una solicitud de un juez italiano por el secuestro, tortura y desaparición de tres ciudadanos ítalo-argentinos durante la dictadura militar.
En 1990, en Francia, Astiz fue condenado en ausencia a cadena perpetua por su responsabilidad en la desaparición de las monjas Léonie Duquet y Alice Domón en Buenos Aires.
El pedido de arresto no fue aplicado entonces por las autoridades argentinas, ya que Astiz estaba protegido por las leyes de punto final y obediencia debida.
Pero el fallo del juez Gabriel Cavallo que anuló las leyes de amnistía volvió a dar esperanzas a las numerosas víctimas y a sus familiares en todo el mundo.


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