Año CXXXV
 Nº 49.308
Rosario,
jueves  22 de
noviembre de 2001
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Newell's
Julio Saldaña definirá a fin de año si sigue o no

Luis Castro

Hay que ver cómo vuelvo de las vacaciones, si tengo ganas o no de seguir". Julio César Saldaña siente que el día del retiro está cada vez más cerca. Que sus horas dentro de una cancha están contadas. A pesar de su buen nivel y de ser uno de los jugadores que más rinde en Newell's, Larry pareciera haber puesto una fecha límite para darle el adiós al fútbol. Y todo pasa por la comodidad, por sentirse mejor. Si bien disfruta en un campo de juego y se siente como un pibe de 20 años, todo lo que está fuera de ella lo desmotiva.
"A veces no encuentro eco en el sacrificio que hago en una cancha. Te matás, pero en ocasiones no te cumplen. Un tipo como yo, que tuve tres o cuatro operaciones, todos los domingos debo dar mucho y cuando llego a fin de mes o a fin de temporada, que no me cumplan lo que se promete o firma me pone mal. Y a esta altura lo soporto menos. Esas cosas me desmotivan", confía el volante en la extensa charla con Ovacion en una mesa ubicada en la especie de reducto para la prensa -que se parece en poco y nada a una sala de conferencias- en Bella Vista.
El contrato con la entidad se le vence en junio de 2002: "Ahí se puede definir algo. Cuando llegue el momento de realizar la pretemporada tal vez ponga todo en la balanza y vea qué pasa", sostiene el hombre no muy adepto a las notas y que cada vez que se lo quiere entrevistar lanza su frase que lo distingue: "Qué te voy a decir".
"También hay que ver cómo estará Newell's para el próximo torneo. Muchas veces no se consiguen los resultados, no estás donde querés y eso en un jugador de mi edad condiciona un poco", agrega.
"Los partidos y mi nivel me indicarán hasta cuándo sigo. Muchas veces estoy cansado del fútbol, pero cuando entro a una cancha me siento bien. Las buenas actuaciones también me motivan. Así que la decisión la determinarán eso y el técnico que esté, además de saber hasta cuándo me aguantará la dirigencia".
-Cada vez que comienza un torneo se renuevan las ilusiones y ustedes plantean como objetivo pelear arriba o clasificarse a una Copa. ¿Te cansa prometer cosas que luego no pueden cumplir?
-Sí. Muchas veces no quiero hablar porque siempre se dice lo mismo. Es como que le mentimos a la gente. Decimos que es un equipo en formación, y eso la gente lo sabe y no lo soporta. Pero las situaciones se repiten, que se van dos o tres jugadores, que no viene nadie o un par de muchachos... Por eso nunca se logra nada, siempre estamos en formación o se cambia un técnico. Todo ese manejo lleva a que el club -como la gran mayoría- esté así. Acá están al margen un par de equipos que tienen un mayor poder económico, que se pueden reforzar con lo mejor y los demás tienen chicos jóvenes y de las inferiores. Y a la larga sobresalen los grandes.
-¿Vas a dirigir cuando dejes el fútbol?
-Tengo el curso de técnico. Por ahí quisiera alejarme un poco del fútbol, pero como lo voy a extrañar no puedo decir que no lo seré algún día. -Pero si sos técnicos tendrás que hablar más seguido.
-(Risas) No, sólo hay que hablar lo suficiente y no todos los días como algunos, que mienten.
-¿Considerás que hay mucha sanata en el fútbol?
-Sí, se habla más de lo que se hace.



Lary no se calla y habló sin esquivar ninguna pregunta.
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