Año CXXXV
 Nº 49.306
Rosario,
martes  20 de
noviembre de 2001
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Mundial 2002
La última apuesta de Uruguay: enfrenta a Australia desde las 6
Televisa TyC Sports en directo

El seleccionado uruguayo buscará hoy, en la lejana Melbourne, un resultado decoroso que le permita afrontar el próximo domingo, en Montevideo, la revancha ante Australia por el último pasaje al Mundial de Corea-Japón 2002 con chances ciertas de clasificación.
El campeón de Oceanía y el quinto de la eliminatoria sudamericana librarán la primera batalla en el estadio Melbourne Cricket Ground (MCG) desde las 6 de Argentina, con televisación en directo de TyC Sports y el arbitraje del italiano Graziano Cesari.
Los actuales socceroos australianos son considerados el equipo más fuerte de la historia de este país, donde el fútbol australiano, el criquet, el rugby, el tenis e incluso el básquetbol gozan de mayor popularidad que el fútbol.
Australia muestra como credencial sus triunfos sobre Brasil y Francia en la última Copa de las Confederaciones y su reciente empate en un amistoso contra el campeón del mundo.
Como es habitual, pasó con suficiencia la eliminatoria regional -incluida una goleada récord frente a Samoa Americana por 31 a 0-, pero ahora, ante Uruguay, llega la hora de la verdad, en la que tendrá que sepultar los recuerdos de su eliminación a manos de Irán, cuatro años atrás.
"Es una oportunidad histórica que no podemos desaprovechar", declaró el entrenador Frank Farina, que cuenta con una mayoría de jugadores fogueados en el fútbol europeo, entre los que se destacan estrellas como Harry Kewell y Mark Viduka, de Leeds United, o Paul Okon, que en la pasada temporada actuó por Middlesbrough.
Los socceroos juegan con un clásico esquema 4-4-2, son potentes físicamente, peligrosos por arriba y tienen su cuota de talento, enarbolada principalmente por el armador Kewell, su jugador más desequilibrante.
En el fondo los australianos marcan en zona y en el mediocampo presentan a dos perros de presa (Okon y Josip Skoko), que también llegan al área rival. Sus dos carrileros, Brett Emerton y Stan Lazaridis se mandan con frecuencia hasta la línea de fondo para asistir a sus delanteros, en lo que constituye una de sus principales cartas ofensivas.
Por el lado de los uruguayos, el técnico Víctor Púa juega a las escondidas: no dejó presenciar a la prensa local ningún entrenamiento, no permitió que sus jugadores hablaran con la prensa ni confirmó la alineación.
Sin embargo se da por seguro que pondrá el mismo equipo que enfrentó a Argentina en el último partido de la eliminatoria, salvo la baja obligada del lesionado Darío Silva.
Púa estuvo probando como reemplazo a Javier Chevantón, que acompañaría en el ataque a Federico Magallanes. El oportunista y escurridizo delantero del Lecce italiano podría poner en aprietos a los fornidos defensores locales, algo torpes para marcar por abajo.
Pero tampoco se descarta el ingreso de Darío Alonso -carta válida para las pelotas aéreas- o, con menos posibilidades, de Nicolás Olivera, que en este caso acompañaría desde más atrás a la usina de fútbol de la celeste, el chino Alvaro Recoba.
Las especulaciones sobre un eventual partido de pierna fuerte o incluso de acciones violentas llenó el centimetraje de los diarios australianos durante los últimos días.
Kevin Muscat y Paolo Montero, dos hombres acostumbrados a jugar siempre al límite, prometieron mantener la cabeza fría para no perjudicar a sus equipos, pero habrá que ver lo que sucede cuando el silbato inicial del italiano Cesari acelere las pulsaciones de los protagonistas. Es que en juego habrá nada menos que un lugar, el último, para el primer mundial del siglo. (Télam)


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