Año CXXXV
 Nº 49.306
Rosario,
martes  20 de
noviembre de 2001
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Había firmado un convenio para cumplir con sus deudas previsionales
Un colegio privado fraguaba documentos y evadió $700 mil en aportes jubilatorios
Se falsificaban declaraciones juradas. La Caja provincial descubrió la maniobra. Hay otros casos en Santa Fe

Atilio Pravisani

La intervención en la Caja de Jubilaciones y Pensiones denunció que un colegio de Rosario hacía figurar sueldos docentes más bajos para disminuir los aportes previsionales. El organismo previsional descubrió que la institución falsificaba las declaraciones juradas que le remitía, donde constaban cifras "dibujadas" en el listado de los haberes.
El presidente de la Caja, Fernando Bondesío, señaló que en esta maniobra fue detectada una cantidad cercana a los 700 mil dólares cuando la Caja realizó una auditoría y comprobó que la documentación apócrifa fue entregada por el colegio para documentar la deuda previsional que mantenía entre los años 1991 y 1998. La escuela suscribió un convenio de pago este año cuando, por otro lado, ya registra varias cuotas impagas.
El hallazgo invalidó el convenio y ahora deberá realizarse otro nuevo con una proyección actualizada de los siete años adeudados con los valores reales que determina la legislación vigente.

Más problemas
Como si esto fuera poco, la inspección detectó que el mismo colegio (de confesión católica, aunque sin dependencia con el Arzobispado de Rosario) tiene un incumplimiento de los aportes jubilatorios de docentes en 1999, 2000 y 2001.
Además, de no haberse comprobado esta maniobra, se habrían perjudicado los propios docentes al percibir un beneficio disminuido sobre una base de sueldos activos más baja.
El interventor también admitió que el caso de evasión en la escuela "es sólo un ejemplo, ya que los auditores han detectado morosidad por más de 700 mil pesos en varios establecimientos educativos de Venado Tuerto y de Casilda, a lo que se suman importantes maniobras evasivas en colegios de Santa Fe cuyos montos de deuda están siendo cuantificados y verificados por las autoridades de la Caja de Jubilaciones.
Hasta el momento, el organismo está tratando de recuperar más de 17 millones de pesos -como piso- que debieron haberse pagado al sistema previsional y que de hecho engrosan su déficit, justamente el más voluminoso que tiene la provincia y pagado con el bolsillo de todos los contribuyentes santafesinos.
Bondesío reclamó reglas de juego claras y solicitó a los colegios privados que "honren sus deudas con el Estado".

Sin antecedentes
"Con situaciones como las detectadas, ninguna empresa privada podría subsistir ni aquí ni en ninguna parte del mundo", dijo el funcionario.
Tras recordar que "en la Caja se han realizado los cambios y ajustes necesarios, por lo que se crearon circuitos de controles", señaló: "Contamos con la autorización del Poder Legislativo para poder efectuar estas auditorías que han redundado en importantes ahorros y recupero de sumas de dinero que no tienen antecedentes en la Caja".
Para seguir evitando irregularidades, el Ministerio de Educación provincial había anunciado que desde este mes retendría los aportes de los docentes privados en forma automática, descontándolos de los subsidios que gira a los colegios en concepto de partidas salariales.
Las situaciones detectadas hicieron que ya comiencen a suscribirse convenios de pago. Pero si las entidades no manifiestan voluntad de regularizar su situación, corren el riesgo de que se les quite la autorización para funcionar.
Así, los establecimientos que no cumplan con sus obligaciones quedan al borde de una sanción máxima. Se les dará un plazo y si no manifiestan su intención de abonar, la Dirección de Enseñanza Privada les quitará la autorización.
Un cuerpo de inspectores del organismo previsional recorre toda la provincia con la finalidad de detectar no sólo la posible evasión, sino también con el objetivo de generar una base de datos fidedigna.
Para iniciar este proceso de información fue intervenido el sector Contralor, área considerada clave para el ingreso de dinero y el control de los recursos financieros que se generan con los aportes patronales y personales.
Para Bondesío, ese sector era una "caja ciega" que solamente se guiaba con información de parte, es decir, con datos provenientes de los mismos establecimientos. De este modo, tampoco se verificaba su certeza, situación propicia para cometer irregularidades.



Bondesío hizo un llamado a los institutos privados.
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