Año CXXXV
 Nº 49.305
Rosario,
lunes  19 de
noviembre de 2001
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Audaz reacción de un joven en Casilda al 1300
Se defendió de un robo, redujo al ladrón y lo entregó a la policía
El asaltante actuó con un arma sin tambor ni balas y recibió más de un golpe

Un muchacho de 24 años nunca olvidará el suceso que debió protagonizar el sábado a la noche mientras estaba en la puerta de su casa de la zona norte de la ciudad. Cuando observaba desde el umbral de la vivienda el paso de autos y vecinos, se acercó un joven desconocido "para pedirle un cigarrillo". Pero enseguida, el intruso mostró sus verdaderas intenciones. Lo encañonó con un arma y demostró sus intenciones de robo. La víctima no se amedrentó: primero inmovilizó a golpes al ladrón y después lo entregó a la policía. El suceso tuvo una característica curiosa: el arma que empuñó el maleante para intentar el atraco no tenía tambor y entonces nunca podría haber sido disparada.
Cerca de las 21 del sábado, José Luis Berardi, de 24 años, estaba sentado junto a dos amigos en la puerta de su casa de Casilda 1360 mientras la madre, María Luisa Ovejero, atendía un pequeño autoservicio ubicado en un local lindante con la vivienda.
En ese momento, "un muchacho se acercó a José para pedirle un cigarrillo", relató María Luisa a La Capital. "Por lo que me dijo José Luis el pibe parecía drogado y se lo pidió a los gritos. Mi hijo le dijo que el único (cigarrillo) que tenía era el que estaba fumando y entonces el muchacho le pidió una pitada", explicó la mujer.
Berardi se volvió a negar y la respuesta del intruso no se hizo esperar: desenfundó un revólver y se "lo colocó" sobre el pecho con la intención de asaltarlo. Entonces José Luis reaccionó con rapidez: se incorporó, "tomó del cuello al asaltante y -con un certero golpe de puño- lo empujó hacia la calle". El ladrón cayó pesadamente sobre el pavimento.
"Le puso el pie encima en la espalda y le pegó trompadas y patadas hasta que logró sacarle el revólver", recordó la mujer que a la vez reconoció que "la pelea fue desigual" por la diferencia de contextura física de los dos jóvenes. "Mi hijo es alto y robusto y el pibe era delgadito".
Después, Berardi le entregó el arma a su hermana que salió a la calle para ver que pasaba. Fue en ese momento que los Berardi se dieron cuenta de que el ladrón nunca podría haberle disparado. "El revólver no tenía tambor y lo único que le había quedado era el armazón", comentó la madre de José.
Con el frustrado ladrón reducido y en el piso, los Berardi llamaron a la policía y poco después entregaron al asalatante a agentes del Comando Radioeléctrico no sin que antes fuera atendido por un médico del Sies por las lesiones que le había provocado Berardi en la cara.
El asaltante, identificado como Adrián Arce, de 18 años, quedó detenido en la comisaría octava, ante quien Ovejero repitió la misma queja que le hizo a La Capital: "Estoy cansada de los robos. Este año ya me asaltaron tres veces a mamo armada", dijo indignada la mujer.



María Luisa Ovejero en el lugar del ataque.
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