Año CXXXV
 Nº 49.305
Rosario,
lunes  19 de
noviembre de 2001
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Guerra al terrorismo. Desinteligencias en los bombardeos de EEUU
Se rindieron los talibanes en Kunduz, último bastión que retenían en el norte
La decisión se retrasó por la violencia de los árabes, que llegaron a matar a muchos de sus aliados afganos

Kabul. - La provincia de Kunduz, último bastión de los talibanes en el norte de Afganistán, cayó en poder de la Alianza del Norte tras la rendición de los combatientes del mulá Omar.
La rendición se acordó tras negociaciones mantenidas por radio con los talibanes que permanecían en la ciudad de Kunduz, quienes exigieron garantías "para los mercenarios extranjeros" (árabes, chechenos y paquistaníes seguidores de Bin Laden) atrapados y que la capitulación tuviera lugar "bajo el control de la ONU", anunció un vocero de la Alianza.
Previamente los comandantes de la Alianza del Norte habían prometido la amnistía y "un abrazo" a los talibanes que se entregaran y se pasaran a sus filas, pero habían rechazado clemencia para los mercenarios y miembros de la organización terrorista Al Qaeda.
Entre 2.000 y 10.000 extremistas y mercenarios, según diversas fuentes, se atrincheraron desde el lunes pasado en Kunduz tras huir de las ciudades de Mazar-i-Sharif, Talokán y otras del norte afgano, en manos de la Alianza tras una rápida ofensiva.
El asalto final tuvo lugar tras un intenso bombardeo de aviones de combate estadounidenses, que atacaron posiciones talibanes en la ciudad de Kunduz, el aeropuerto y la pequeña localidad vecina de Janabad.

Crímenes y suicidios
La Alianza aseguró que los guerreros paquistaníes, árabes y chechenos habían luchado a muerte y ejecutado a camaradas afganos que buscaron rendirse.
Algunos de los terroristas de Al Qaeda, según testimonios de habitantes de Kunduz, se hicieron en algún momento dueños absolutos de la situación con una violencia inusitada, que se plasmó en la utilización de civiles como "escudos humanos" y el asesinato de habitantes locales y entre 250 y 300 talibanes que intentaron rendirse.
"Supimos que un grupo de talibanes locales trató de rendirse en Kunduz pero murieron a manos de extranjeros", dijo por teléfono un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de la Alianza del Norte desde la vecina ciudad de Talokán. Seis combatientes árabes se volaron en pedazos a principios de esta semana en lugar de rendirse a los avances de los efectivos de la oposición, manifestó.
EEUU, en tanto, machacó sin descanso las posiciones talibanes en Kunduz, los alrededores, el aeropuerto y la pequeña ciudad de Janabad, mientras la Alianza preparaba el asalto final, para lo que trasladó a la línea de frente unidades lanzamisiles, baterías de artillería, tanques y refuerzos.

Retrasos en los bombardeos
Los atrasos en las autorizaciones por parte de la cadena de mando para un bombardeo permitieron huir de la mira de los militares estadounidenses, en más de una ocasión, a los líderes del régimen Talibán y de Al Qaeda, reveló el diario Washington Post.
El diario publicó que la fuerza aérea norteamericana tuvo al menos diez ocasiones en las últimas seis semanas de bombardear lugares estratégicos pero que fue imposible dar en el blanco por la lentitud de la cadena de mando y por los desacuerdos entre los responsables de la operación Libertad Duradera.
"Las autorizaciones llegan demasiado tarde", lamentó un alto oficial de la campaña en Afganistán que pidió el anonimato, agregó el Washington Post.Algunas misiones se vieron comprometidas por una "profundo desacuerdo" entre los oficiales en campo y el comando central en Tampa, Florida, sobre la importancia por evitar víctimas civiles. (Reuters y Ansa)



Un guerrero de la Alianza del Norte.
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