Año CXXXV
 Nº 49.305
Rosario,
lunes  19 de
noviembre de 2001
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Reclamos en un asentamiento irregular cañadense
Los vecinos quieren que se ejecute un plan de erradicación anunciado hace más de un año

Walter Gasparetti

Cañada de Gómez. - Los habitantes del asentamiento irregular del ferrocarril reclamaron al municipio por "promesas políticas incumplidas" en cuanto a la construcción de viviendas económicas para erradicarlos. El proyecto, que alcanza a unas cincuenta familias que participarían de los trabajos, fue anunciado hace un año y medio, pero aún no se concretó.
Las familias mostraron a La Capital un documento con fecha 24 de julio de 2000 en el que le preguntaban a cada vecino si estaba dispuesto a participar en futuros emprendimientos y si tenían conocimientos de albañilería. "Reconocemos que hubo una inundación que afectó a toda la ciudad (por el trágico aluvión de noviembre del año pasado) pero estas promesas tienen un año y medio, y todavía no empezaron a trabajar en el proyecto", opinó Fabián Morón, uno de los vecinos involucrado en el plan de erradicación del asentamiento.
El reclamo se incentivó en los últimos días como consecuencia de un intento de desalojo en una de las casas que pertenecen a la firma Nuevo Central Argentino (NCA). El operativo -en el que intervinieron dos móviles policiales y una máquina para derrumbar la casa- fue impedido por la propia familia y vecinos.
"Tenemos miedo porque quieren erradicar el asentamiento y carecemos de recursos, trabajo y no tenemos otro lugar donde vivir. Esperamos una ayuda de la Municipalidad, ya sea con materiales para hacernos la casa o un terreno donde construir", dijo otra vecina, Estela Díaz.

Incertidumbre
El lugar comenzó a habitarse hace algo menos de diez años ante el aumento de la desocupación, la precariedad laboral y la imposibilidad de pagar un alquiler. De esta forma, familias con dificultades económicas comenzaron a radicarse paulatinamente en vestuarios, galpones y depósitos de las instalaciones del ferrocarril.
"No tenemos una versión definitiva porque el intendente (Amílcar) Abate nos dice que nos tenemos que ir y el secretario de Gobierno (por José Luis Odasso) sostiene que nadie se va a ir desamparado. No tenemos con quién hablar y eso nos preocupa", dijo Díaz.
"Hay terrenos que mucha gente no está pagando y que hoy tiene deudas, que podrían ser una salida para nosotros. Pero no hay ninguna política municipal que nos proteja", agregaron. Los pobladores del lugar son conscientes, no obstante, de que la inundación retrasó los planes del gobierno municipal. Sin embargo, recordaron que "el plan de erradicación comenzó hace un año y medio en los proyectos y todavía no se puso en marcha".


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