Se quedó corto

Tiro Federal mereció más que un empate

Domingo Celsi

Tiro Federal se llevó de Pergamino solamente un punto porque el árbitro Daniel Claro decidió no convalidar un legítimo gol del salteño Fernando Robles. Contra todos los pronósticos, los dirigidos por Fito Ingaramo fueron los protagonistas excluyentes de la noche en el estadio Miguel Morales. A pesar de que los tirolenses venían de punto estuvieron muy cerca de convertirse en banca. En la semana posterior a la derrota con 13 de Junio -que marcó el debut del conjunto de barrio Ludueña en el torneo- parece que Ingaramo utilizó shampoo, y del bueno, porque la actitud del equipo fue totalmente diferente. Frente a un rival a priori superior a los formoseños, Tiro fue el dueño de la pelota, de las situaciones y sólo le faltó el gol para cerrar un primer tiempo que lo tuvo como único protagonista.
Como contrapartida, Douglas se puso en ventaja en su segunda llegada clara, cuando Martos abrió el marcador después de un lujo del Sapo Cuartas. Hasta ese momento todo había sido de Tiro, pero la mala puntería de Banduini y las manos de Ré hicieron que el marcador no se quebrara.
Aunque el primer tiempo se fue con un injusto marcador para los rosarinos, la imagen de Tiro era totalmente distinta a la que había mostrado en su primera presentación y por eso dejaba abierta la esperanza de que el resultado se iba a modificar en el complemento.
Pese a que en la segunda parte tuvo menos la pelota, ya que le cedió en parte la iniciativa a Douglas, Tiro siguió buscando la manera de quebrar la última línea local. Apoyados en el ingreso de Rozín y en la movilidad de Andrés Cámpora, de a poco fue encontrando la fórmula para quebrar a la defensa local y conseguir el primer grito del torneo. Robles lo hizo posible tras un rebote que dio Ré -el árbitro Claro dijo que no- y sacó de la galera una inexistente posición adelantada para que el partido siguiera para los locales.
Pero se vio que al salteño Fernando Robles no le gustó para nada la decisión del juez porque poco después se adelantó a los dos centrales de Douglas y estampó el empate con un perfecto cabezazo, que desató la locura de los 50 tirolenses que llegaron a Pergamino.
Si hubiera habido un ganador debió haber sido el equipo rosarino. El dominio fue tan claro que aún con el 1 a 0 a favor de los locales los hinchas de Douglas le pedían más ganas a sus jugadores.