Año CXXXV
 Nº 49.303
Rosario,
sábado  17 de
noviembre de 2001
Min 13º
Máx 26º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Denuncian por robo a choferes presos por un caso de secuestro
Son fleteros de la fábrica Lumen, acusados por una grave intimidación contra un ex empleado

Dos fleteros de la fábrica de refrigeradores Lumen SRL que están acusados de secuestrar y golpear a un ex empleado de la firma -presuntamente para que no divulgue el hallazgo de drogas en un vehículo de la empresa- habían sido denunciados un año atrás por vaciar el quiosco de una clienta cuando fueron a retirar un freezer que la comerciante no había terminado de pagar.
Los fleteros, de apellido Singarella y Fiordellino, se encuentran detenidos por el rapto de Javier Martín Roldán, de 20 años, ocurrido el 3 de agosto pasado. Por ese hecho se encuentran procesados los dueños de la empresa, Sebastián Malvestiti y Cecilia Mur, junto a los vigiladores Tomás Florencio Díaz (un comisario de la Unidad Regional II que prestaba servicios adicionales de vigilancia en el lugar) y el oficial Alejandro Jorge Moreyra (ver aparte). Los fleteros están acusados de ser los autores materiales del secuestro, aunque la jueza Raquel Cosgaya, a cargo de la causa, aún no resolvió su situación procesal.
Así lo publicó La Capital el 7 de noviembre pasado. Ese día Marcela Martínez, una comerciante de Villa Gobernador Gálvez, hojeaba un diario en su verdulería y quedó perpleja al reconocer los nombres de los fleteros. "Me sorprendió, pensé que no los iban a agarrar nunca porque siempre cambiaban de domicilio", reveló a este diario la mujer, que el año pasado denunció a uno de ellos en la comisaría de Villa Diego por saquear su salón de ventas ubicado en la zona ribereña de Villa Gobernador Gálvez.
Todo comenzó cuando Marcela compró una balanza eléctrica para su local en la firma Lumen, "que en ese entonces se llamaba Colder y después cambió de nombre", dijo la mujer. La comerciante pagó en cuotas la balanza y de a poco fue equipando su negocio. Luego compró un freezer en Falabella y, por último, adquirió otro refrigerador en Colder que también abonaba en cuotas. "Eran ocho meses de financiación. Pagaba 27 pesos por semana, pero en febrero del año pasado me fui de viaje y me atrasé con las dos últimas cuotas. Esa fue la primera vez que Singarella vino a mi casa", recordó.

"Patas de plomo"
De acuerdo con el testimonio de Marcela, el fletero pretendía realizar un arreglo con la mujer para que no le quitaran el freezer por adeudar 54 pesos. "Quería que se lo devolviera a cambio de dinero, pero ofrecía mucho menos de lo que yo había pagado", contó la mujer, que entonces rechazó la oferta. Sin embargo las visitas del fletero continuaron: "En junio vino tres veces. Siempre preguntaba quién atendía el quiosco y si no tenía miedo de que me robaran".
La comerciante recordó que, poco después, tres empleados de Colder irrumpieron en su negocio cuando al frente del local se encontraba su tío de 72 años. "Lo empujaron, entraron al quiosco y se llevaron las heladeras. Ojalá sólo se hubieran llevado el freezer que no había terminado de pagar. También se llevaron el que había comprado en Falabella, toda la mercadería que tenían adentro y la balanza. Rompieron dos puertas e hicieron un desastre bárbaro. Dijeron que tenían orden de la policía", señaló.
A partir de la descripción física que dieron los vecinos respecto de los invasores, Marcela supo que uno de ellos era Singarella: "Incluso tenía la misma ropa con la que yo lo había visto", apuntó. La comerciante realizó la denuncia en la comisaría 25ª, pero los sospechosos nunca fueron detenidos. "Me cansé de llamar a Colder. Me decían que ahí no trabajaba ningún Singarella", dijo Marcela, que todavía no terminó de reequipar su negocio.
La mujer reveló que sus sospechas se confirmaron cuando participaba de un encuentro del Club del Trueque. Allí conoció a un hombre retirado de la policía que había trabajado para Colder como custodio de los cobradores de la firma. "El me dijo que los dueños eran Malvestiti y Mur. Y me dijo: «A vos los que te llevaron los freezers fueron Singarella y Fiordellino, dos patas de plomo que tiene la empresa. Cualquier cosa que necesites, tenés un testigo»", recordó.


Notas relacionadas
Rapto y simulacro de fusilamiento
Diario La Capital todos los derechos reservados