La capacitación de los encuestadores finaliza hoy

Reemplazaron a los maestros que se habían negado a censar

La directora del Ipec, Raquel Pellatelli, dijo que en Rosario "está todo tranquilo"

Pablo R. Procopio

Los empleados del Instituto Provincial de Estadística y Censo (Ipec) ultimaban ayer los detalles para largar mañana el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001. "Estamos solucionando los últimos problemas", dijo una fuente del organismo a La Capital. De todos modos, se animó a indicar que no había demasiados inconvenientes. "Se han reemplazado a todas las personas", sostuvo a la hora de referirse a un grupo de docentes que decidió desertar tal como lo determinaron los gremios del sector. "El panorama en el departamento Rosario está tranquilo y mañana (por hoy) termina la capacitación", dijo la directora general del Ipec, Raquel Pellatelli, quien aprovechó para pedir "colaboración para que la gente conteste y espere" al encuestador.
El ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, dispuso la colaboración de las Fuerzas Armadas y el secretario de Políticas Económicas, Federico Sturzenegger, ratificó el operativo (sábado y domingo), aunque reconoció las dificultades técnicas generadas ante la deserción de los docentes y aseguró que el tema ya estaba superado.
Respecto de algunos problemas suscitados en Santa Fe, desde el Ipec dijeron que "había un número de censistas que tenían resquemores para solicitar información a los presos", pero estimaron que se iban a solucionar cuanto antes.
"El censo no le va a servir sólo a este gobierno, sino los siguientes", remarcó Pellatelli. En efecto, si la gente no contesta o se traslada a otro sitio, se verá afectada la población real de Rosario que "será menos", advirtió como pegando justo en el amor propio de los rosarinos a propósito de la eterna competencia con Córdoba por la cantidad de habitantes. "La conciencia es de cada ciudadano", señaló.
En cuanto a la documentación que no fue devuelta por parte de ciertos docentes que se negaron a hacer el operativo, desde el Ipec se indicó que "fue mínima". En general, los maestros devolvieron todo, sino hubiese sido "catastrófico", expresaron.
Debido al conflicto con los docentes, todos los desertores fueron suplantados. En el lugar de quienes se negaron a llevar a cabo la encuesta, concurrieron otros maestros, empleados públicos y privados, además de estudiantes universitarios. De todos modos, el porcentaje de maestros que participarán en la provincia llega "casi al 90 por ciento", dijo Pellatelli.
Los mayores problemas ocurrieron en algunas villas de Rosario donde es difícil lograr que el censista ingrese. La Capital pudo saber que ya les robaron a tres jefes de radio, que estaban haciendo tareas previas.
Mañana, los maestros irán primero a su escuela de referencia donde se les entregará el material para el censo, luego saldrán a la calle para regresar cerca de las 18 a la institución donde se entregará la información a los jefes de radio. En efecto, al finalizar el día debe estar más del 50 por ciento de cada zona relevada, para poder continuar el domingo.
El titular del Instituto Nacional de Estadística y Censo, Héctor Montero, sostuvo que la estructura para realizar el relevamiento nacional será "casi toda docente" pese al retiro de apoyo del gremio en protesta por deudas salariales, y que sólo "el 2 por ciento de los censistas" proviene de otros sectores. "Por las pruebas de campo que hicimos, el sábado se completará el 80 por ciento de las encuestas de todo el país, y quedaría para la mitad del domingo el restante 20 por ciento", añadió.
El gobierno nacional dispuso la línea telefónica gratuita 0800-999 (censo) 23670 para evacuar las dudas de los ciudadanos.