Año CXXXV
 Nº 49.302
Rosario,
viernes  16 de
noviembre de 2001
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Reclamo de un comerciante de La Paz y Suipacha
Fue víctima de 30 robos y pide respuestas a policía y gobierno
"A pesar de las denuncias nunca nadie hizo nada para resolver los hechos" dijo

Darío Cicotti está cansado. Ya no sabe qué hacer ni a quién recurrir para dejar de ser víctima de los robos: "30 en los últimos cuatro años", según el mismo lo recuerda. "Todos fueron denunciados y en ningún momento, ni de la policía ni de los Tribunales me llamaron para ratificar las denuncias o para ampliarlas y en muchos de los hechos he aportado pruebas como para que se resuelvan", dijo el propietario del salón de ventas ubicado en la esquina de La Paz y Suipacha que, desde hace poco más de un año, cuenta con una discreta custodia policial dispuesta por el ex ministro de Gobierno de la provincia, Angel Baltuzzi, y ejercida por efectivos de la seccional 5ª.
"Durante el primer año y medio que tuve abierto el local sufrí 21 robos, la mayoría de ellos a mano armada y con peligro de vida no sólo para mí sino para ocasionales clientes que había en el local. Siempre se llevaban dinero de la caja, mercaderías y hasta documentos personales. Hice todas las denuncias, aportamos datos para hacer fotofit de los delincuentes y nunca pasó nada", señaló Cicotti.
El motivo de su reclamo no es el último robo, que ocurrió "hace unos quince días, cuando se llevaron una de las cámaras de video del sistema de seguridad" que montó en su local. En realidad, lo que pide Darío "es que alguien me dé una respuesta o haga algo para brindarme seguridad. Yo doy trabajo, pago mis impuestos, brindo un servicio y estoy a merced de los ladrones. No quiero ser un ciudadano privilegiado ni mucho menos, exijo respuestas del Estado en materia de seguridad".

Un reality show
Cicotti habla con La Capital mientras en un monitor se reflejan las imágenes que captan las dos cámaras de video que aún quedan en el local. "El robo de la otra cámara fue un verdadero reality show. Lo pude ver en directo por el monitor, llamé a la policía, le conté lo que estaba sucediendo y cuando llegaron era demasiado tarde. Se llevaron una cámara y arrancaron de cuajo otra". Además, el comerciante recordó que todos los atracos que sufrió en el último año están registrados en esos videos y que jamás nadie se los solicitó para esclarecer los hechos. "Yo no puedo peregrinar por el Tribunal viendo a jueces y fiscales, ellos son los que con la policía me tienen que brindar la seguridad que necesito".
En el historial sufrido por Darío hay experiencias que suenan inéditas. "Una vez fui con mi esposa a denunciar un robo a la seccional 5ª y cuando nos sentamos ante la sumariante mi mujer quedó muda. En la guardia, esperando para visitar a un detenido, estaba el hombre que un par de días antes la había asaltado a punta de pistola. Cuando se lo pudo decir a la policía, le respondieron que tenía que aportar pruebas porque no podían detenerlo porque sí".
El comerciante se muestra preocupado y dice que no tiene suficientes recursos para sostener una custodia privada en forma permanente. "Con todo lo que me robaron en este tiempo podría montar otro negocio como el que tengo" dijo.
Finalmente, Cicotti sostuvo que "cuando yo o algún empleado o cliente del local sea asesinado, alguien va a intervenir y tomar alguna decisión. Por ahora parece que tengo que consolarme con ser blanco de los delincuentes ante la impune mirada de quienes me tienen que brindar seguridad".



Ni las rejas ni las cámaras de video sirvieron para nada.
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