Año CXXXV
 Nº 49.302
Rosario,
viernes  16 de
noviembre de 2001
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El trágico asalto al supermercado de Milán y pasaje Trento
Una bala policial mató a una mujer en un tiroteo con ladrones
La víctima tenía 81 años y en el incidente también murió un asaltante de 18

El proyectil que mató a una mujer de 81 años en el violento robo a un supermercado fue disparado por un policía al repeler el ataque a balazos de uno de los ladrones. Es la conclusión a la que arribaron peritos en balística de la policía local. El examen fue realizado por orden de la jueza Alejandra Rodenas, quien tiene a su cargo la investigación del caso.
Calafat murió el 9 de octubre en el interior del supermercado Tatan, en Milán y Pasaje Trento. Era cliente del negocio y todas las mañanas hacía allí sus compras. Pero ese día su presencia coincidió con el momento en que se produjo un robo y quedó atrapada por el fuego cruzado entre los delincuentes y dos policías del Comando Radioeléctrico, que llegaron para tratar de impedir el atraco.
El tiroteo resultó sangriento porque además de Calafat también murió uno de los ladrones. La policía lo identificó como Gonzalo Lizzi, de 18 años.

Fuera de duda
En un primer momento hubo confusión respecto a quién disparó el proyectil que cegó la vida de Calafat. Es que los delincuentes también iban armados y recibieron a tiros a los dos policías del Comando Radioeléctrico. Además, el revólver calibre 38 de Lizzi estaba cargado con proyectiles similares a los que usan las pistolas Browning de la policía, lo cual aumentó aún más la confusión.
Pero ahora las dudas parecen haber quedado disipadas con los resultados de la pericia balística agregada al expediente judicial que maneja Rodenas. Según ese estudio, al que La Capital no tuvo acceso directo pero que conoció extraoficialmente a través de fuentes regularmente bien informadas, el proyectil que impactó en el abdomen de Calafat salió de un arma que estaba en poder de uno de los dos agentes.
Los informantes no dijeron a cuál de los dos policías, que están identificados, pertenece el arma. Tampoco aclararon si se trata de la misma pistola que mató a Lizzi en medio del tiroteo y a pocos centímetros de Calafat.
La mujer no sólo era cliente del supermercado sino vecina ya que vivía a pocos metros de allí, en el barrio La Guardia, donde prácticamente nació y donde también le tocó vivir el asesinato de un nieto de 20 años hace 14 años. A las 9.30 del día del hecho, estaba en el sector de carnicería y fiambrería del pequeño local junto a media docena de clientes y no más de cuatro empleados, además de la dueña del negocio. Fue entonces cuando entraron dos o tres jóvenes y en pocos segundos el lugar se convirtió en un infierno.
Una vecina advirtió que se trataba de un robo y llamó al comando. Una patrulla llegó casi al instante al lugar y entonces se desató un tiroteo infernal porque los delincuentes recibieron a los policías a los tiros, parapetados tras las góndolas.
Lizzi y Calafat cayeron allí mismo, pero el o los cómplices del ladrón abatido lograron escapar. Pocos días después la policía arrestó a un menor sospechoso de haber participado. Todavía no se sabe si hubo o no un tercer hombre, pero todo parece indica r que así fue.



El autoservicio se conmovió el 9 de octubre pasado.
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