Año CXXXIV
 Nº 49.293
Rosario,
miércoles  14 de
noviembre de 2001
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El microimplante capilar asegura el crecimiento del vello en forma natural

Para disimular la calvicie primero aparecieron las pelucas y los apliques de cabello; después los medicamentos que no erradicaban el problema en forma total y también los productos cosméticos que aseguraban detener la caída. Para los cirujanos plásticos Carlos Aliseri y José Luis Lafontana, "con los avances de la técnica, el microimplante capilar pelo por pelo se ha constituido en la única alternativa real para recuperar los cabellos perdidos. Este tratamiento logra la recuperación pilosa con cabellos propios en las zonas calvas o alopécicas".
La técnica se basa en tomar tejido piloso con folículos inmunes a la acción de la testosterona, procesarlos con técnicas microquirúrgicas y redistribuirlos en las regiones calvas. "Si la calvicie es severa es necesario complementarla con más de una sesión", explicó Aliseri.
A su vez Lafontana dijo que "los resultados se aprecian recién a partir de los 6 y 8 meses luego de la intervención, que es cuando el cabello reinicia el ciclo vital del crecimiento en forma natural".
Por medio de estudios científicos quedó demostrada la presencia de receptores hormonales sensibles a la hormona masculina en los cabellos programados genéticamente para caerse definitivamente con el paso de la edad. "La carga hereditaria juega un rol indiscutible", agregó Aliseri.
Para los especialistas el fundamento de la cirugía capilar es que aquellos cabellos trasplantados en las zonas despobladas logran crecer para siempre, más allá del territorio en que hayan sido colocados.

Medicamentos y apliques
En el hombre, hasta el 99% de los casos de caída de cabello (alopecía) es de naturaleza hereditaria o androgenética. Como todavía no se puede modificar el ADN para evitar ese designio de los genes, cuando la calvicie amenaza las posibilidades son resignarse, usar medicamentos, colocarse una peluca u operarse.
El primer tratamiento aprobado por las autoridades sanitarias norteamericanas es la loción externa de minoxidil: una sustancia destinada inicialmente a bajar la presión, y que ha probado retardar la caída o favorecer un crecimiento moderado del cabello en un porcentaje variable de pacientes que oscila entre el 15 y el 60%.
Otra opción posible la representan las pastillas de finasteride, un medicamento que en dosis cinco veces más alta se utiliza para controlar la inflamación de la próstata. Interfiere con un derivado de la testosterona. Los estudios más optimistas puntualizan que enlentece la caída en un 83% de los pacientes, y en el 66% permite engrosar las cabellos existentes.
También están los apliques, que se pueden fijar sobre los pelos existentes (entretejidos) o colocar sobre su superficie. En el caso de los entretejidos, se aflojan en la medida que crece el cabello y es necesario realizar ajustes o mantenimientos cada pocas semanas, lo que termina agregando un monto sustancial a su costo.
Un camino alternativo poco aconsejable es dejarse seducir por lociones, cremas y otros productos cosméticos de venta libre que prometen detener la huída capilar.

Cirugía capilar
Por otra parte, las primeras técnicas quirúrgicas desarrolladas fueron los colgajos (que producen el efecto "vincha") y los punch (varios grupos de pelos emanan de un mismo punto, como si fuera un cepillo o los cabellos plásticos de una muñeca). Ambos se dejaron de usar porque fueron un fracaso desde el punto de vista estético.
Entre las alternativas posibles, tanto Aliseri como Lafontana destacaron la técnica de microimplante capilar, "procedimiento quirúrgico que surgió a la luz en los últimos 10 años gracias a los avances en las investigaciones en el campo de la genética, que complementados con técnicas microquirúrgicas han desarrollado un actual tratamiento con aval y respaldo médico, que garantiza la solución al problema".
Además de la alopecía androgenética, hay diversas afecciones que pueden producir la caída repentina del cabello:
* Alopecía areata: puede aparecer como consecuencia de una enfermedad autoinmunitaria, afectando a personas de ambos sexos y de todas las razas. Más frecuente en jóvenes que en ancianos, comienza con pequeñas placas redondeadas de calvicie en la cabeza o en cualquier otra parte del cuerpo, que crecen y cada vez son más numerosas. La afección puede desaparecer por sí sola o necesitar tratamiento.
* Alopecía totalis: se caracteriza por una calvicie completa.
* Alopecía universalis: pérdida de todo el pelo del organismo. Tanto este tipo de alopecia como el anterior son infrecuentes.
* Efluvio telogénico: sucede cuando demasiados folículos pasan de repente al estado telogénico, de forma que se pierde cabello en grandes cantidades. Puede darse tras un episodio de intenso estrés psicológico, o bien, por una intervención quirúrgica, fiebre, malnutrición o una infección. La pérdida suele ocurrir entre dos y cuatro meses después de producirse el acontecimiento desencadenante. A veces se presenta también transcurridos varios meses desde un parto. En la mayoría de los casos, el efluvio telogénico dura poco, y el pelo vuelve a crecer con normalidad.
* Efluvio anagénico: se produce por un desprendimiento repentino de cabellos durante el estadio anagénico, que da lugar a una significativa pérdida del mismo. Los ejemplos más conocidos son los derivados de la quimioterapia y la radiación.
* Alopecía cicatricial: son muchos los factores que pueden ocasionar una lesión localizada y permanente de los folículos pilosos, entre ellos destacan las infecciones. Esa lesión se acompaña de zonas de caída del cabello, sin posible repoblación.



Los resultados se aprecian luego de 6 y 8 meses.
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