Año CXXXIV
 Nº 49.293
Rosario,
miércoles  14 de
noviembre de 2001
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Central Córdoba: los charrúas se aprovecharon de Tigre

Rodolfo Parody

Si Central Córdoba necesitaba reencontrarse más que nunca con la victoria, que mejor entonces que del otro lado estuviera Tigre. Los horrores defensivos de los conducidos por el ahora renunciante Alberto Pascutti facilitaron enormemente la tarea de los charrúas, que tuvieron vía libre para merodear al desprotegido Daniel Islas. Los que incursionaron en territorio enemigo y lastimaron fueron Matías Pavoni, en dos ocasiones, y Maximiliano Santa Cruz, los que redondearon la victoria por 3 a 0, imprescindible para engordar un desnutrido promedio del descenso.
Para quedarse con los tres puntos fue decisivo el retorno de Pavoni, que le dio el toque de frescura en los metros finales que Central Córdoba tanto necesitaba. Pelota contra el piso, amague para un lado y salida para el otro. Variantes que rompieron con la fuerza pura a la que tanto se acostumbra a ver en las canchas del fútbol argentino. Y que fueron demasiado para la torpe línea de fondo de Tigre.
Al juego del Chivito se le acopló la inteligencia de Raymonda para comandar los avances charrúas, y Santa Cruz, que fue un delantero más con sus proyecciones por derecha.
El primer regalo de Tigre lo usufructuó el Tele Medina, que le ganó la posición a Blengio con facilidad, eliminó al arquero Islas y su remate dio en el palo izquierdo. El rebote lo capitalizó Pavoni, que la empujó sin inconvenientes.
Las dudas de la defensa visitante aparecieron nuevamente en un tiro libre de Aira, que Medina bajó de cabeza para un solitario Santa Cruz, que tuvo tiempo para gambetear a Islas y estirar la cuenta.
La sencillez con la que Central Córdoba progresaba en ofensiva no desmerece su accionar. Porque si bien Tigre ofreció toda clase de obsequios, los charrúas supieron capitalizarlos.
Como cuando Cárdenas reventó una pelota desde su propio campo, Granoliers y Blengio se durmieron y Pavoni les ganó la corrida, dejó otra vez desparramado a Islas y puso el tercero.
El resto estuvo demás. Más con las salidas de Pavoni y Raymonda, que lo privaron de la cuota de creación. Los charrúas apostaron al contragolpe, con la tranquilidad de que ya tenía el partido en el bolsillo.
Con practicidad, Central Córdoba no dejó pasar la oportunidad para no ceder posiciones en la lucha por evitar el descenso. En cambio, Tigre hizo los méritos suficientes para estar condenado de antemano.



La defensa de Tigre fue una invitación al ataque Charrúa.
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