Año CXXXIV
 Nº 49.296
Rosario,
sábado  10 de
noviembre de 2001
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Piden por la causa en que se denunció a un policía por extorsión
Según la víctima, un agente quiso forzarla a que le hiciera sexo oral. Se negó y sufrió represalias

Una mujer que denunció a un agente policial por haberla extorsionado dentro de la comisaría 18ª para que le efectuara sexo oral denunció que se siente amenazada por la falta de resolución del caso que investiga el juez Juan José Pazos. La mujer participó el miércoles pasado de una rueda de reconocimiento en la que asegura que no se encontraba el agente que la amenazó e insistió en que puede reconocerlo perfectamente a pesar de que pasó más de un año desde el día en que fue demorada durante siete horas en la seccional de avenida Francia al 3600 donde había ido para radicar una denuncia.
Carina Lorena Mercado, de 26 años, contó que el miércoles fue citada por primera vez a Tribunales para un reconocimiento, lo que le generó temor y angustia. Debía reconocer al policía y a una mujer que se encontraba en la seccional mientras estuvo demorada junto a sus hijas de 1 y 5 años. Pero Mercado indicó que ninguno de los dos agentes se encontraba entre las personas que le mostraron.
"Los hombres eran todos de pelo negro y tez oscura, ninguno coincidía con la descripción que hice", señaló la mujer que describió al policía como un hombre de tez blanca, nariz respingada, cabello negro y 1,70 metro de estatura aproximadamente. "En un año puede haber cambiado muchas cosas, pero me acuerdo perfectamente la cara, podría reconocerlo en cualquier lugar, y entre los hombres que me mostraron no había ninguno parecido", indicó Carina.
Lo mismo señaló respecto de las mujeres que participaron de la rueda. "Había tres rubias y una colorada, y ninguna fue la que yo vi ese día en la seccional", indicó.
"Es llamativo que ninguno de los hombres se asemeje a la descripción que dí" cuestionó Mercado.
Por otra parte, trascendió que el policía en cuestión fue identificado como Juan Nardoni, quien poco después de la denuncia fue trasladado a la comisaría 25ª.
Según indicó la denunciante, este policía no se encontraba entre los sospechosos que el juez citó para el reconocimiento.

Pesadilla
La mujer señaló que a partir de su denuncia su casa de Aurora al 2900 fue atacada y saqueada, por lo que debió abandonarla por su seguridad y la de sus hijas. Inmediatamente después, la vivienda fue usurpada, según indicó. "Perdí todo y desde ese día no puedo recuperar ni la tranquilidad", señaló la mujer, que espera que la Justicia le ayude a recuperar la vivienda.
El confuso episodio ocurrió el 1º de agosto de 2000 pero se originó la noche anterior tras una disputa de vecinos. Ese día Carina volvía a su casa junto a sus dos hijas y fue agredida y amenazada con un cuchillo por una familia vecina. Ante ello se comunicó con un tío que es policía retirado y éste le aconsejó denunciar el hecho a la vez que intercedió para que una patrulla del Comando Radioeléctrico la pasara a buscar y la acompañara hasta la seccional 18ª.
Cuando arribó a la comisaría, Lorena fue atendida "de muy mal modo" y, a pesar de sus intenciones de realizar una denuncia, le dijeron "que iba a quedar detenida". La mujer arribó al lugar poco después de las 14.30 del 1º de agosto y salió recién a las 21 cuando desde un estudio jurídico llamaron a la comisaría para interceder en el caso.
Según contó la mujer, mientras estuvo en la dependencia policial un oficial que sólo se identificó como sumariante le dijo: "Vos sabés cómo se arregla esto". Tras ello la obligó a ingresar a una habitación separada de sus hijas. "Después hizo ingresar a una mujer policía que me esposó, me pegó una cachetada y me tiró al piso", recordó Mercado. Cuando la agente se retiró del lugar, el oficial "se desabrochó el pantalón, sacó su pene y dijo que se lo tenía que chupar", a lo que la mujer se negó.
A Lorena la salvó la oportuna llegada de su marido y uno de sus hermanos, quienes enterado de la detención, fueron hasta la comisaría para saber qué pasaba. Ellos también fueron amenazados con ser detenidos aunque poco después se reencontraron con la mujer en la puerta de la seccional.
Tras el episodio, Lorena debió abandonar su casa ya que la propiedad fue centro de sistemáticos ataques con piedras. Mientras estuvo fuera de la vivienda desconocidos ingresaron y le robaron una caja donde guardaba los documentos de la familia y algunas cadenitas de oro. Poco después, la casa fue usurpada y hasta hoy Mercado no pudo regresar al lugar.



Lorena Mercado muestra los daños hechos a su casa.
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