Año CXXXIV
 Nº 49.295
Rosario,
viernes  09 de
noviembre de 2001
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Ordenan el cierre del consulado afgano en Karachi
Tensión y rumores golpistas en Pakistán
El gobierno de Musharraf cada vez más cercado por los integristas islámicos y por su propio ejército

Islamabad. - El gobierno paquistaní, único del mundo que aún reconoce al régimen de Kabul, exigió ayer el cierre del consulado afgano en Karachi, mientras crece la tensión interna en el país por los bombardeos estadounidenses a Afganistán y el presidente Pervez Musharraf sigue de gira por Occidente pese a versiones sobre tentativas golpistas. Además, el gobierno se mostró determinado a desactivar la jornada de movilización de hoy, convocada por los grupos religiosos integristas en protesta por los ataques contra Afganistán y el apoyo de Musharraf a las tropas estadounidenses en estos ataques.
Pakistán exigió ayer a la embajada afgana que cierre el consulado de la ciudad sureña de Karachi, la capital económica paquistaní, según reconoció el vocero del Ministerio de Exteriores, Aziz Ahmed Jan, si bien rehusó precisar las razones de esa decisión. "No se nos ha informado de las razones de esta decisión, que es totalmente desacertada", dijo un funcionario de la embajada afgana, que no quiso identificarse.
El presidente paquistaní, en medio de una importante gira por Occidente, sostuvo en París que el consulado de la ciudad portuaria "no servía para nada" y que "incluso tenía efectos negativos". El cierre del consulado afgano, que será "inmediato" y obligará a todo su personal a volver a Afganistán, ocurrió tras la prohibición hecha al embajador afgano, Abdul Salam Zaeef, de ofrecer ruedas de prensa en la sede diplomática.
Las autoridades paquistaníes declararon festiva la jornada de hoy, bajo el argumento de la conmemoración del 124º aniversario del poeta Mohamed Iqbal, que según los observadores es simplemente un intento para diluir los efectos de la huelga general. Los convocantes son grupos integristas agrupados en una coordinadora llamada Consejo de Defensa Pakistaní-Afgano, que llamaron no sólo a la huelga sino a manifestaciones por todo el país.

Con mano de hierro
Seis gobernadores de distrito recordaron por su parte en un comunicado que quien desobedezca las leyes será tratado "con mano de hierro". El gobernador del Estado de Punjab aún fue más lejos y advirtió de que quien insulte al ejército durante la jornada de hoy será juzgado por la ley marcial.
Ejército y policía van a ser desplegados por todo el país en previsión de incidentes, y ya se veía un movimiento especial de camiones con tropas armadas y vehículos antidisturbios en la tranquila Islamabad. Pero la postura que vaya a tomar el ejército en el futuro inmediato no es clara sino que las versiones sobre las tentativas golpistas crecen a diario.
Algunos analistas sostienen que los militares paquistaníes están también en contra de los bombardeos contra Afganistán y en contra de la muerte de inocentes. En ese sentido, la noticia de la muerte de 85 integrantes de un grupo radical paquistaní, que luchaban con los talibanes en Afganistán, acercó más tensión en el día previo a las manifestaciones.
Según el vocero del movimiento Harakat Jehad i Islamin los "combatientes se encontraban en la línea de defensa cerca de Dara i Suf, en la provincia de Balj, norte, zona que la Alianza del Norte no lograba derrotar desde hacía una semana, entonces señalaron nuestra posición a los estadounidenses y sus aviones nos atacaron".

En Downing Street
Por su parte, Musharraf dijo ayer a los aliados que la ofensiva sobre Afganistán es vista alrededor del mundo como una guerra contra los pobres e inocentes afganos. "Pakistán ha tomado la decisión consciente y deliberada de integrarse en la coalición internacional y seguirá en ella hasta que se hayan alcanzado los objetivos estratégicos que nos trazamos", afirmó Musharraf tras una reunión de más de una hora con el primer ministro británico, Tony Blair, en el número 10 de Downing Street.
El presidente paquistaní insistió en que la ofensiva "debe concluirse tan rápidamente como sea posible" y agregó que el final no llegará antes de que se hayan alcanzado los objetivos de la coalición internacional: la captura de Osama Bin Laden -sindicado por Washington como el principal responsable de los atentados del 11 de septiembre-, la destrucción de la red Al Qaeda y la formación de un gobierno de representación amplia en Afganistán. (Télam)



Un soldado paquistaní intenta controlar a un joven.
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