Año CXXXIV
 Nº 49.290
Rosario,
domingo  04 de
noviembre de 2001
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Análisis
Un cambio en la relación con los bancos

Fabián Quinta

Las medidas económicas lanzadas por el gobierno nacional implican un cambio en cómo se logra el déficit cero, pero también una posición menos subordinada con respecto al sector financiero en favor de los sectores "productivos". "No se puede seguir buscando el déficit cero a base de recortes", dijo el jueves el ministro Cavallo para dejar en claro que el camino de la ortodoxia para lograr el equilibrio fiscal se había agotado.
Ahora Cavallo sale a buscar equilibrar las cuentas fiscales no sólo por vía de una rebaja del gasto primario, sino por una mayor recaudación, producto de la expansión del consumo, y una reducción de 4.000 millones de pesos/dólares en el pago de los intereses de la deuda.
Para esto alienta el consumo a partir de un incremento del 6% en los salarios de bolsillo de los trabajadores en relación de dependencia, vía reducción de aportes previsionales, y una rebaja de hasta el 5% en el IVA para las compras con tarjeta de débito.
También pagará un salario familiar de 30 pesos a desocupados y trabajadores con ingresos inferiores a los 1.000 pesos, al tiempo que los mayores de 75 años sin haberes previsionales recibirán 100 pesos.
Además impulsa un canje de deuda que, aunque voluntario, fuerza a los bancos locales a tomar los nuevos títulos a tasas no mayores del 7% con garantía de la recaudación, en lugar de los anteriores, con rendimientos del 20% pero sin garantías.

Momento refundacional
Cavallo dejó en claro el jueves en el Banco Nación, ante un auditorio donde la ausencia de banqueros era notable, que "no tiene sentido que los argentinos paguen una tasa de riesgo país provocada por los errores cometidos en el pasado".
El ministro que sacó al país de la hiperinflación y modificó, para bien o para mal, la estructura económico y social del país tras 50 años de "Estado de Bienestar", volvía a poner en claro que se estaba ante una nueva época, un momento refundacional.
Ahora, las tasas bajarán porque la Argentina cumplirá con el déficit cero y honrará sus compromisos con el exterior, gracias a la ayuda del blindaje financiero, según el nuevo esquema. En este nuevo esquema, los bancos y sus empresas asociadas, las AFJP, deberán resignar ganancias y aportes, a cambio de pagos garantizados.
También, según el nuevo programa, deberán perder 500 millones de pesos en concepto de coparticipación las provincias, que serán compensadas por una rebaja en las tasas de interés que pagan por sus deudas y así podrá el Estado nacional cumplir con el déficit cero.
Claro que el capítulo de acuerdos con las provincias está ahora en un impasse que deberá despejarse en los próximos días.
Siempre con el nuevo esquema de Cavallo, este cumplimiento le abrirá al gobierno el respaldo financiero del FMI y el Banco Mundial para una nueva reestructuración de la deuda, esta vez con los tenedores de bonos en el exterior.
En este marco ganan las empresas, que podrán repatriar sus capitales mediante un blanqueo, sin que se les exija el pago de impuestos anteriores, o refinanciar sus deudas impositivas y previsionales. También lograrán "estatizar" sus deudas, a partir de la entrega de capital accionario al fisco para pagar, temporariamente, sus deudas tributarias. No es casualidad que desde distintos puntos del sector empresario hayan salido a apoyar estas medidas mientras que los bancos mantuvieron silencio.


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