Año CXXXIV
 Nº 49.290
Rosario,
domingo  04 de
noviembre de 2001
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27 de Febrero y Circunvalación
Tercer asalto en una semana en una estación de servicios
El robo fue frustrado por el playero del negocio, que consiguió avisar a la policía

Paola Irurtia

Un descontrolado asaltante mantuvo amenazado con un revólver al playero de una estación de servicio al que ya había golpeado para quitarle la recaudación. La reacción del ladrón se disparó cuando el empleado de una gomería cercana al local, que se había acercado al ver la situación, logró salir corriendo con la intención de pedir ayuda. El violento asalto -el tercero registrado en el lugar durante la semana- se frustró cuando el playero escapó tras forcejear con el ladrón y le hizo señas a un móvil del Comando Radioeléctrico que pasaba por el lugar, en 27 de Febrero y Circunvalación.
Eran las 4 de la mañana de ayer cuando un hombre llegó caminando a la Esso para pedir nafta en un bidón porque su auto se había quedado sin combustible. El playero, Julio Acuña, de 45 años, le suministró la nafta y tuvo una reacción defensiva cuando el hombre hizo el ademán de extraer algo entre su ropa. El cliente intentó tranquilizarlo, pero minutos después le advirtió que no tenía dinero para pagarle y le exigió que lo acompañara hasta el auto a llevar el bidón.
La situación se tornó tensa, y entonces el cliente extrajo un revólver y le exigió la recaudación al playero. Acuña indicó que en ese momento forcejeó con el ladrón que se apoderó de unos 20 pesos que el playero le había entregado y otros 50 que llevaba en un bolsillo, según indicaron fuentes policiales. Tras el forcejeo, el ladrón golpeó al empleado con el arma y lo sujetó con el brazo apuntándole a la cabeza.
Al ver una situación extraña, se acercó al lugar el empleado de una gomería ubicada frente a la estación de servicios, que también fue amenazado. Mientras retenía al playero apuntándole a la cabeza, el ladrón le exigió al empleado de la gomería, Daniel Espíndola, que le llevara el bidón hasta el auto.
"La situación se había puesto muy fea, el hombre estaba muy nervioso y me pareció que en cualquier momento iba a disparar", contó Acuña.
Mientras caminaban hacia calle Cafferata, donde estaba estacionado el auto sin combustible, el empleado de la gomería salió corriendo para pedir ayuda y Acuña volvió a tironear con el asaltante para soltarse. Según el playero, el ladrón lo soltó para detener a su compañero y evitar que avise a la policía. En ese momento, comenzó a correr hacia un móvil policial que circulaba hacia el lugar por 27 de Febrero y detuvo al asaltante.
El ladrón, identificado como Sergio Gustavo Rodríguez, de 31 años, tenía un revólver calibre 22 con cuatro cartuchos de punta hueca, y los 80 pesos robados al playero, indicaron fuentes policiales. A pocos metros, se encontraba un auto Fiat 600, en el que circulaba el detenido y que quedó secuestrado.
El playero fue atendido por una ambulancia, aunque las heridas no eran de gravedad. Recibió un fuerte golpe en la cabeza, sobre la frente, y a causa del forcejeo, se lesionó el hombro derecho.
Acuña trabaja hace 15 años como playero y resignado al riesgo cuenta que sobrevivió a más de 15 robos bajo amenazas con todo tipo de armas. Reconoce que es una zona "difícil" y junto con el titular de la estación de servicio, José Alberto Fustes, de 47, contó que esta semana sufrieron tres robos.
"El dinero no es nada, el problema es que todo el mundo anda seco, se creen que tenés plata, y a lo mejor te pegan un tiro por 20 pesos", dijo. "Por suerte no pasó nada, los disparos no salieron, y ahora hay que festejarlo", aceptó el comerciante en un intento de humor.
Entre las anécdotas de los asaltos, Fustes recordó una tarde de 1996 que había vuelto de vacaciones. En ese momento tenía otra estación de servicio en Virasoro y San Martín. De allí lo llamaron apenas llegó a su casa para avisarle que habían robado y la empleada había caído desmayada del susto.
El hombre fue al negocio y al ver que no había pasado nada grave organizó un asado con sus empleados en el local que fue asaltado ayer.
"Estábamos sentados atrás, con el fuego encendido cuando escuchamos los gritos del playero pidiendo ayuda porque lo estaban robando", recordó. "Ahora vamos a festejar de nuevo, porque parece que esta semana estamos de ligue", prometió.



El ladrón golpeó al playero con el arma.
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