Año CXXXIV
 Nº 49.289
Rosario,
sábado  03 de
noviembre de 2001
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Estado de alerta y angustia en Centroamérica ante el paso del huracán Michelle

Un estado de alerta y de angustia se apoderó ayer del istmo centroamericano, en especial de Nicaragua y Honduras, tras la formación, en el mar Caribe, del huracán Michelle, que en su fase de tormenta cobró las vidas en la región de al menos 12 personas, dejó 26 desaparecidos, miles de damnificados y graves pérdidas económicas.
Honduras en especial y vastas zonas de Nicaragua están siendo fuertemente castigadas por las inundaciones desde que Michelle, primero como depresión tropical y luego como tormenta, comenzó a desplazarse por el Atlántico a inicios de esta semana.
Extraoficialmente, se calcula que las lluvias dejaron a unas 70 mil personas damnificadas en Honduras, al menos cinco mil en territorio nicaragüense y un millar en Costa Rica. La televisión mostró poblados y carreteras totalmente anegadas en los tres países, y a raíz de la crecida de los ríos, se observan animales domésticos subidos en techos de las casas.
En Nicaragua, en momentos en que el país está concentrado en las elecciones generales de este domingo, continuaba la alerta declarada por el gobierno y las autoridades recomendaron la adopción de medidas preventivas en la navegación aérea y marítima.
Los pronósticos meteorológicos alertaron que tanto la zona norte como la sur podrían ser severamente castigadas por las lluvias, conforme avance el huracán.
En Costa Rica, según fuentes extraoficiales, las inundaciones ocurridas durante la semana provocaron la muerte de dos personas. La emergencia dejó no menos de un millar de damnificados y el país se encuentra en alerta. La zona de Guanacaste, en el norte, y el pacífico central y sur, son las áreas más golpeadas por las lluvias. El paso de Michelle se produce mientras Centroamérica aún no se recupera del apocalipsis causado en 1999 por el huracán Mitch, que mató a diez personas, dejó nueve mil desaparecidas y la economía en ruinas en Honduras y Nicaragua.
Cuba se preparaba ayer para enfrentar al huracán Michelle, mientras este avanzaba en dirección norte en el mar Caribe tras azotar partes de Jamaica con lluvias torrenciales y dejar al menos 10 muertos y dos decenas de desaparecidos en Centroamérica. Las bandas externas del huracán, que en su centro tiene rachas de vientos de 121 kilómetros por hora, golpearon la costa sur y las montañas de la mayor isla del Caribe, mientras las autoridades cubanas ponían en alerta a La Habana y a las provincias occidentales y comenzaban a implementar las medidas de emergencia. Los centros de evacuación estaban listos y equipos de trabajo aseguraban cables, postes del tendido de electricidad y desagües. (DPA)


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