Año CXXXIV
 Nº 49.288
Rosario,
viernes  02 de
noviembre de 2001
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Crisis. Gobernadores molestos por la ayuda a Córdoba y Buenos Aires
Sin arreglo, las provincias amenazan con obtener los fondos vía el Congreso
La estrategia parlamentaria incluye la coparticipación del impuesto al cheque y un juicio político a Cavallo

Las discusiones entre las provincias y la Nación por el reparto de los fondos coparticipables quedaron ayer al borde del fracaso. Los mandatarios de la Alianza, que el jueves habían pateado el tablero de las negociaciones en disconformidad por una asistencia especial que el Ejecutivo central le había hecho a Córdoba y Buenos Aires, pasaron a un cuarto intermedio luego de mantener una prolongada vigilia en la Casa de Chubut, mientras que los justicialistas volvieron a sus provincias no sin antes advertir que no volverán a discutir con el ministro Cavallo como interlocutor.
Las gestiones urgentes que realizó el ministro del Interior, Ramón Mestre, el jueves a la medianoche sólo tuvieron como resultado la disposición de los gobernadores a volver a dialogar en base a una nueva propuesta para saldar las deudas con las provincias. Pero esos contactos se retomarían recién a partir de hoy.
Antes de volver a sus distritos, un grupo de justicialistas le dejó a Mestre un borrador de entendimiento, con una serie de condiciones.
La primera es "fortalecer la línea de negociación" abierta por Mestre, con la presencia en la mesa de discusión del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y al presidente Fernando de la Rúa. Es decir, continuarán hablando sin Cavallo.
El segundo eje de discusión es una contrapropuesta de los gobernadores, reformulad en base a las conversaciones que mantuvieron con Mestre el jueves a la medianoche en el CFI. Esto es, mantener el piso de coparticipación, refinanciar las deudas provinciales a una tasa del 7%, pagar las deudas con las provincias que existen desde julio a diciembre y saldar de alguna forma los 1.200 millones por el aumento de tres puntos del IVA.

Ofensiva parlamentaria
La otra advertencia que le dejaron a Mestre es que, si no se establece una "negociación cuerda", los mandatarios avanzaran en una "estrategia parlamentaria" para hacerse de los fondos. Esa estrategia podría cristalizarse el martes cuando los diputados de todos los bloques votarían en favor de coparticipar la recaudación del Impuesto a las Transferencias Financieras (ITF), tributo que aporta unos 300 millones de pesos por mes al Tesoro y con el cual el ministro Domingo Cavallo puede mostrar ante los organismos el cumplimiento del "déficit cero".
Además, volverían a la carga con la anulación de las facultades legislativas otorgadas al Ejecutivo al inicio de la gestión de Cavallo y, en el caso extrema, se sumarían a un proyecto del ARI para hacerle juicio político al ministro de Economía.
Por último, los peronistas le aseguraron a Mestre que "nadie firmará nada de manera individual" y que cualquier negociación que se encare será "colectiva".
La advertencia viene a cuento de la ayuda extraordinaria que le dio esta semana el gobierno nacional a Córdoba y Buenos Aires (120 millones en total), que derivó en la rebelión de los mandatarios aliancistas y creó malestar entre los peronistas.
Los aliancistas tuvieron también su reunión con Mestre durante la tarde. Pero en el medio hicieron un cuarto intermedio, del que volvieron muy pocos. Sin audiencia, el ministro del Interior se retiró para participar de la grabación del discurso de De la Rúa.

Los duros y los conciliadores
La dispersión en el bloque de mandatarios aliancistas fue fogoneada por una ruptura entre gobernadores duros y conciliadores. Las diferencias se acentuaron entre el chaqueño Angel Rozas y el mendocino Roberto Iglesias, de posturas intransigente con la Nación, por un lado, y el resto de los mandatarios, por el otro.
Una señal la había dado el propio Rozas al ingresar a la Casa de Chubut, cuando criticó a Cavallo y advirtió que si el ministro "piensa seguir haciendo discriminación privilegiando a algunas provincias, nadie estará dispuesto a sentarse con el gobierno nacional".
El entrerriano Sergio Montiel advirtió que los aliancistas podrían sumarse a la avanzada legislativa para coparticipar el impuesto al cheque.
La totalidad de los gobernadores provinciales coincidieron en acusar a Cavallo de ser el principal obstáculo para arribar a un acuerdo con la Nación.
Por su parte, el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, anunció que intimará "formalmente" al presidente Fernando De la Rúa para que "en un plazo perentorio pague la deuda que tiene la Nación con la provincia" y aseguró que solicitará a la Justicia "medidas cautelares sobre bienes nacionales en territorio de la provincia".
Para el sanjuanino, Alfredo Avelín, el titular del Palacio de Hacienda, es un "fiel exponente de la usura internacional" y sostuvo que "es el Al Capone moderno de la Argentina".



De la Sota y Ruckauf recibieron ayuda financiera.
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