Año CXXXIV
 Nº 49.288
Rosario,
viernes  02 de
noviembre de 2001
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Luego de más de ocho horas de debate, la mayoría le bajó el pulgar al radical
A los gritos y entre amenazas de golpes aprobaron la incompatibilidad de Boasso
Fue un bochorno. El edil prometió juicios y hasta amenazó con instalar una carpa en la puerta del Concejo

Diego Veiga

Luego de más de ocho horas de debate en las que no faltaron insultos e intentos de agresión, el Concejo Municipal aprobó ayer la incompatibilidad moral del edil radical Jorge Boasso para ejercer sus funciones de concejal y ejecutor fiscal. Ahora, el cuestionado legislador tendrá diez días hábiles para interponer un recurso administrativo en contra de esta medida, ya que de no hacerlo y expirado ese lapso, deberá cesar automáticamente sus funciones en el Palacio Vasallo. No obstante, Boasso ya adelantó que lo presentará entre hoy y el lunes y fue más allá: anticipó querellas y juicios contra el Municipio y advirtió que quienes votaron en contra suya "deberán hacerse responsables con sus patrimonios. Voy a morir con las botas puestas. Si no sigo como concejal, voy a poner una carpa afuera para seguir hablando", bramó el temperamental edil.
Pero hubo más: "Hay que matar a Boasso"; "Tomen a Boasso como rehén"; y "Estoy siendo juzgado por un tribunal de inquisidores", fueron algunas de las altisonantes frases que bramó el furioso concejal. Veintidós manos levantadas sellaron la suerte del usandizaguista. En esas voluntades convergieron socialistas, radicales celestes (a excepción de Daniel Luna, quien en el 94 había votado la compatibilidad de los cargos de Boasso y ahora mantuvo la misma posición), el bloque peronista de Evaristo Monti, Rubén Bermúdez y Daniela León. Para llegar a esa votación, primero se sucedieron extensos discursos y fuertes polémicas. En defensa del edil votaron los cavalleristas, los justicialistas y Federico Steiger.
El momento más tenso se vivió cuando Evaristo Monti -molesto porque Boasso había citado a su hija que también es ejecutora fiscal- se levantó de su banca y entre insultos intentó agredir al radical. En medio de flashes y contenido por otros, el propio Pablo Cribioli abandonó su banca de presidente para evitar la pelea. Todo un papelón.

"Massat tuvo más dignidad"
Hubo discursos para todos los gustos. León consideró que "Jorge Massat (cuestionado senador nacional por Santa Fe vinculado con un presunto caso de corrupción) tuvo más dignidad que Boasso porque por lo menos presentó su renuncia en el Senado, aunque no se la aceptaron".
Boasso retrucó y renovó sus críticas contra su ex compañera de bloque y Juan Carlos Millet, a quien siguió vinculándolo con el armado del ARI trucho y recordó que junto a Mario Vallone (uno de los candidatos del cuestionado sublema) "trajo a Ricky Martin a Rosario".
Acalorado advirtió que lo de ayer coronó "una campaña difamatoria" en su contra. "La consigna es «Hay que matar a Boasso», hay que someterlo al escarnio y la difamación. Estoy siendo juzgado por un tribunal de inquisidores, muchos de los cuales tendrían que callarse la boca porque no conocen lo que es la ética y la moral", aseguró.
Luego, arremetió contra quienes en el 94 habían votado a su favor y ayer le soltaron la mano. "Contradicen su palabra", señaló mientras miraba a Raúl Lamberto, uno de los que por aquel entonces defendía la compatibilidad de sus cargos de edil y ejecutor y ayer ya no opinaba lo mismo. También se acordó de otros que "eran amigos", como Antonio Bonfatti. "¿Acaso no sabía en el 97 cuando fuimos juntos en la fórmula que yo era ejecutor fiscal?", se preguntó.
Lo cierto es que por 22 votos a 19, los concejales decretaron la incompatibilidad moral de sus dos cargos. Y hoy comenzará la cuenta regresiva para que Boasso acepte esa decisión o si insiste en seguir con los dos cargos, en 10 días hábiles deberá cesar automáticamente su función de concejal.
Ese mismo tiempo tendrá para interponer un recurso de reconsideración. Esa medida dejará momentáneamente sin efecto lo votado ayer y el Concejo deberá analizar si lo acepta o no.
De darse, algo que ya es un hecho porque Boasso presentará el recuso entre hoy y el lunes, la discusión volverá a la comisión de Gobierno, el mismo ámbito donde se terminó de sellar esta semana la suerte del cuestionado edil.
Una vez que se agote el trámite administrativo, y si resulta adverso para Boasso, el edil podrá recurrir a la Justicia. Algo es seguro. Ayer volvió a insistir en que dará pelea. "Voy a morir con las botas puestas. Si no sigo como concejal, voy a poner una carpa afuera para seguir hablando", prometió.



El concejal radical no paró de bramar.
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