Año CXXXIV
 Nº 49.288
Rosario,
viernes  02 de
noviembre de 2001
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Acuerdan los recortes en una mesa de diálogo
Pami nacional aceptó reducir el ajuste en los policlínicos
La quita se había anunciado en 10 millones de pesos, pero se logró bajar a 1,5 millón. Se suma la delegación IX

Lucas Ameriso

La poda sobre el presupuesto de los policlínicos I y II del Pami I y II logró ayer revertirse. Ya no será de 10 millones, como se había dispuesto en un primer momento, sino que llegará a 1,5 millón de pesos. Así lo confirmó el gerente de la unidad administradora de los policlínicos, Jorge Racines, tras el encuentro que mantuvo ayer en Buenos Aires con los responsables del nivel central de la obra social. "Estamos en condiciones de garantizar este aporte que nos solicitan optimizando los plazos de pago a proveedores y captando nuevos ingresos que actualmente se derivan a terceros", detalló el funcionario. La semana entrante, las autoridades locales del Pami mantendrán otro encuentro decisivo con sus pares porteños, para avanzar en este nuevo proyecto.
Las negociaciones de Racines, que se prolongaron durante toda la tarde de ayer, surtieron efecto. Primero porque echaron por tierra el plan anunciado por el interventor federal, Raúl Pistorio, quien había anunciado un ajuste de 102 millones de pesos anuales para el Instituto. Uno de los sectores afectados era la delegación Rosario, donde la poda estaba prevista en 10 millones de pesos, cifra que equivalía al 35 por ciento del presupuesto que poseen los policlínicos. Pero las gestiones realizadas ayer bajaron el ajuste a 1,5 millón.
Pero la situación no es sólo preocupante para los pacientes que se atienden en los policlínicos. Los afiliados que se atienden a través de la red de prestadores privados sufren un corte que afecta la atención en consultorios y las internaciones y cirugías programadas. Sólo se cubren las urgencias.

Revisando los números
El plan ideado por el nivel central había sido calificado por el propio Racines de "aplicación imposible, salvo que se afecten prestaciones o los salarios del personal".
Con esa consigna, el funcionario local -junto al titular de la Uppri, Luis Mario Fernández Risso- mantuvo una entrevista con el gerente de finanzas del Pami nacional, Ricardo García. "Allí se planteó que de los 2.400 millones de pesos anuales que la obra social maneja como presupuesto, se debe aplicar una reducción de 102 millones, vale decir un 4 por ciento de ese total", detalló Racines.
En función de ello, quedó en claro que los policlínicos participarían sólo con el 1,5 por ciento del monto a alcanzar en materia de ahorro: o sea un millón y medio de pesos que Rosario aportará a tal efecto. Se estima que la delegación IX contribuirá a este fondo con otros 500 mil pesos.
"Hemos acordado que la contribución no debe ser arbitraria sino proporcional a cada una de las delegaciones del país. Para ello se estableció una suerte de mesa de trabajo entre el nivel central y cada uno de los responsables regionales del Instituto para consensuar una estrategia de ahorro en común", apuntó Racines.

Rosario ya tiene su plan
En función de estos lineamientos, en la Uppri ya circula un borrador para concretar el ajuste. "El primer punto es la reducción en el plazo de pago a proveedores y contratistas. No se pude seguir en 120 días de espera porque los costos se elevan y a su vez se achica la cantidad de empresas en condiciones de prestar un servicio", precisó el funcionario y agregó: "No sólo se apuntará a bajar el gasto, sino a recuperar ingresos genuinos para los policlínicos, donde se podría atender a los afiliados que hoy están en el sector privado, en áreas como odontología, psiquiatría y oftalmología".
Sin embargo, la realidad en el Pami sigue sumida en la incertidumbre. En rigor, no se sabe cuándo se recibirán los fondos de las cápitas del Pami I y II correspondientes a junio, cuando todavía no se han pagado los sueldos del personal.
Como síntoma de la crisis, desde el Pami central se sigue fogoneando el proyecto para el personal de "desvinculación asistida": una especie de retiro voluntario a pagar en cómodas cuotas. "Hasta ahora nadie habla de despidos, pero a este plan de retiro no le tengo mucha expectativa", confesó Racines.
Los gremios con representatividad en la obra social ya han endurecido su tono de rechazo y amenazan con intensificar su plan de lucha si se registra una sola cesantía en Rosario.


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